Hogar Sí pide en el Congreso acabar con las multas a las personas sin hogar - Alfa y Omega

Hogar Sí pide en el Congreso acabar con las multas a las personas sin hogar

La plataforma entrega más de 50.000 firmas en el Congreso de los Diputados para prohibir las normativas que promuevan la discriminación en el uso de las vías públicas

Redacción
Los miembros de Hogar Sí ante el Congreso. Foto: Hogar Sí.

Hogar Sí ha presentado este jueves más de 50.000 firmas de la sociedad civil en el Congreso de los Diputados para que en la nueva Ley de igualdad de trato y no discriminación se especifique la prohibición de normativas que promuevan la discriminación en el uso de las vías públicas.

La iniciativa se remonta al mes de mayo de 2021, cuando Hogar Sí presentó una enmienda para mejorar la nueva ley, pidiendo específicamente la prohibición de normativas que promuevan la discriminación en la calle.

Las firmas fueron recabadas a través de Change.org y en su presentación en el Congreso la iniciativa ha contado con el apoyo de diversos grupos parlamentarios, como el del PSOE, Podemos, Bildu y el Grupo Mixto.

«Estamos gratamente sorprendidos con la acogida de la petición por parte de la ciudadanía, que se ha involucrado en condenar esta vulneración de derechos», ha afirmado José Manuel Caballol, director general de Hogar Sí, que ha contado que en las primeras doce horas de la campaña obtuvieron ya 30.000 firmas.

«Nuestro propósito es que ninguna persona viva en la calle y que se respeten los derechos de las personas en situación de sinhogarismo. Es un problema que tiene solución y tenemos que estar unidos en la lucha contra este fenómeno», ha añadido.

La Ley de igualdad de trato y no discriminación, que se está debatiendo actualmente en el Congreso de los Diputados, reconoce el derecho de toda persona a no ser discriminado por su situación socioeconómica o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Sin embargo, el Observatorio de los delitos de odio contra personas sin hogar HATEnto reconoce que un 51 % de las personas sin hogar han sido víctimas de algún tipo de delito o agresión durante su historia de sinhogarismo. A ello se añaden normativas como la del Ayuntamiento de Alicante, que el mes pasado aprobó multar con hasta 750 euros a las personas en situación de sinhogarismo por dormir de día o de noche en las vías y los espacios públicos, y hasta con 3.000 euros por conductas que adoptan formas de mendicidad.

Por este motivo, Caballol argumenta que «criminalizar la pobreza solo profundiza las situaciones de exclusión que las personas en situación de sinhogarismo ya están viviendo».

Nueva Ley de vivienda

En esta misma línea, con motivo del debate este jueves de la Ley por el Derecho a la vivienda, la Iniciativa Ley Vivienda ha hecho públicas sus propias enmiendas que han presentado en el Congreso, y ha denunciado que el nuevo texto legislativo «no garantiza el derecho a una vivienda como derecho protegido y exigible».

La razón es que el documento de trabajo «no baja los precios del alquiler; sigue dando rienda suelta al rentismo y la especulación; y no contiene medidas para acabar con la pandemia de los desahucios, que ya supera el millón de familias en los últimos diez años».

Contra una arquitectura hostil

Bancos individuales, bolas de hormigón, pinchos en el suelo, alféizares inclinados, barrotes…: estos son algunos ejemplos de arquitectura hostil que se pueden encontrar en las grandes ciudades y que suponen una vulneración de derechos para las personas sin hogar. Son elementos que la Fundación Arrels ha denunciado, para reivindicar «ciudades inclusivas y soluciones residenciales y que nadie tenga que dormir en la calle».

Para ello, Arrels ha creado un mapa colaborativo en el que invitan a los ciudadanos a denunciar y visibilizar las barreras de su entorno en las redes sociales. En ellos aparecen objetos «que dificultan el día a día de las personas sin hogar, incrementan su estrés y ansiedad, suponen una vulneración de sus derechos, dificultan su localización por parte de los equipos de calle, criminalizan a las personas y además no actúan sobre las causas del sinhogarismo».