«He tenido que explicarle a los presos qué es esto de ser obispo» - Alfa y Omega

«He tenido que explicarle a los presos qué es esto de ser obispo»

El obispo electo de Albacete, Ángel Román Idígoras, atiende a Alfa y Omega instantes antes de entrar en la cárcel de Estremera, de donde todavía es capellán

José Calderero de Aldecoa
Ángel Román Idígoras
Ángel Román Idígoras. Foto: X.

¿Se esperaba su nombramiento de algún modo?
No, me pilló totalmente por sorpresa. Otras veces se pueden escuchar rumores, pero, en esta ocasión, nada de nada. Nunca se me había pasado por la cabeza esta posibilidad.

Le escuché decir el otro día que no sabía por qué le habían elegido, que usted no se sabía mover en esos ambientes.
Pues voy a tener que aprenderlo a partir de ahora. Hay que reconocer que no es lo mismo estar pendiente del gobierno de una diócesis, que estar en una parroquia o de capellán en una cárcel como yo. En un templo también hay muchas cosas que atender, pero no es lo mismo. Entiendo que al acompañamiento tendré que sumar el tema de las relaciones más institucionales. Ya iré viendo.

Creo que está a punto de entrar en la cárcel de Estremera. ¿A uno cuando le nombran obispo no tiene que empezar a preparar su desembarco?
Las cosas debemos hacerlas hasta el final. Yo creo que hay que responder a la realidad que tenemos delante. Es verdad que ya voy teniendo algo de contacto con Albacete, pero hasta la toma de posesión he de estar aquí. Y en la medida que puedo sigo respondiendo al servicio que tengo encomendado por la Iglesia, que es atender a los presos de Estremera y a la gente de mi parroquia. En esta última estoy procurando acompañar mucho a los fieles, porque es una alegría el nombramiento, pero también existe una parte de duelo. Ten en cuenta que llevo 20 años en la parroquia.

¿Le han felicitado los internos de la cárcel?
Sí, cuando fui el martes ya se había difundido la noticia y muchos se acercaron para felicitarme. También ha sido una sorpresa para ellos. A algunos me ha tocado explicarles qué es eso de ser obispo, porque muchos no saben de lo que estás hablando. Hay quien no es ni cristiano. En cuento se lo cuentas, ya se hacen una idea.

¿Qué ideas tiene en la cabeza para la Iglesia de Albacete?
Todo tiene que partir de la realidad que hay, así que la primera tarea es conocerla. A partir de ahí, habrá que continuar con el trabajo iniciado y reorientar lo que el Espíritu nos indique que haya que reorientar. Mi línea es la comunión, sentirnos todos protagonistas y que estamos en familia. Eso es lo que he tratado de vivir en todos los sitios por los que he pasado. Pero no tengo nada preconcebido, más que el impulso por querer caminar juntos hacia la casa del Padre. Es verdad que siempre he pensado que la Iglesia tiene que transmitir esperanza, tiene que llevar la alegría del Evangelio. Y es lo que tenemos que hacer, pero partiendo siempre de la realidad que tengamos.

Coincidió en clase con el cardenal Cobo. ¿Le ha llamado para felicitarle y darle algún consejo?
Sí, claro. Me ha llamado y me ha felicitado. Lo que hemos quedado es que iré aprendiendo de mis mayores, de los que llevan más años en el episcopado [Ríe]. Con don José, evidentemente, tengo una cercanía muy grande. Aunque siento alegría por poder caminar de la mano de todos los obispos. Así se lo he dicho cuando me han ido llamando. Y también les he pedido oración y paciencia conmigo, que ya iré aprendiendo.