Gemma López (Universidad Villanueva): «La trascendencia es inherente en la persona» - Alfa y Omega

Gemma López (Universidad Villanueva): «La trascendencia es inherente en la persona»

La I Jornada de Educación y Psicología 2021, organizada por la Universidad Villanueva, analizó la importancia de la trascendencia. «Un niño no educado en la trascendencia será un adulto que no sabrá darle sentido a su vida»

Redacción
Foto: Universidad Villanueva

«La trascendencia es inherente en la persona; no ayudar a descubrirla desde niño solo genera un adulto que no sabrá darle sentido a su vida». Son palabras de Gemma López, profesora de la Universidad Villanueva y autora del libro Aprender a enseñar en religión, quien además destacó la importancia de la enseñanza curricular de la Religión para descubrir la trascendencia.

Así se expresó la docente durante la primera de las Jornadas de Educación y Psicología 2021 Educar en trascendencia: más allá de enseñar Religión que se celebró el pasado jueves 4 de marzo en este centro educativo.

Por su parte, Luisma Martínez, director del Observatorio de Responsabilidad Social Educativa denunció «una obsesión por romper ese cordón umbilical con la cultura judeo-greco-romano-cristiana». Del mismo modo, advirtió contra el tipo de educación que va «tapando esos talentos de trascendencia y poco a poco educa» a los niños «en un racionalismo que los lleva a olvidar sus raíces», explicó.

«Lo que está fallando en la educación no son las metodologías. Se trata de alfabetizar la apertura, que es en definitiva el espíritu», subrayó Martínez al mismo tiempo que propuso que la educación invite «a los alumnos a ser quien ellos quieren y ser la mejor versión de sí mismos. Los niños lo entienden perfectamente».

En el encuentro también participó el psicólogo den la Unidad de Cuidados Paliativos de la Fundación Vianorte-Laguna, y experto en Psico-Oncología, Alonso García de la Puente. «En esta época estamos imbuidos en que tenemos que despegarnos del origen, de muchas cosas que nos pertenecen», pero «toda persona tiene trascendencia», reconoció.

El psicólogo defendió como claves «el amor y la verdad» y dejó claro que la ira no puede conducir a la trascendencia. «Al final de la vida no puede quedar la ira. Lo que queda es el amor», concluyó.