Habrá toque de queda en Irak durante la visita del Papa

Habrá toque de queda en Irak durante la visita del Papa

El Gobierno ha decretado el cese de todas las actividades por las noches y todo el día de viernes a domingo. Pero los preparativos siguen adelante

Redacción
El nuncio con el primer ministro de Irak
El nuncio Mitja Leskovar con el primer ministro Mustafa al Kazemi. Foto: Gobierno de Irak

El Papa Francisco conocerá un Irak bajo el toque de queda. A partir de este jueves y hasta el 8 de marzo, los movimientos quedan restringidos desde las ocho de la tarde hasta las cinco de la mañana de lunes a jueves, y todo el día de viernes a domingo. La medida, de la que quedan excluidos los servicios y trabajos considerados esenciales, afecta de lleno a la visita del Papa: la práctica totalidad del programa tendrá lugar entre el viernes 5 y el domingo 7 de marzo.

Las nuevas restricciones fueron decretadas el sábado por el Alto Comité para la Salud y la Seguridad Nacional del país, cuya reunión presidió el primer ministro Mustafa al Kazemi. Siguen al empeoramiento de la situación epidemiológica en el país, donde en enero el número de nuevos casos de COVID-19 estaba por debajo de los 1.000 diarios, mientras que desde la semana pasada superan los 2.500.

Hasta el momento no se ha dado a conocer cómo afectará el toque de queda al programa del viaje pontificio. Seguramente fue uno de los temas abordados en la reunión del domingo entre Al Kazemi y el nuncio en el país, Mitja Leskovar; pero no han trascendido los detalles.

Al Sadr da la bienvenida al Papa

En la reunión, el primer ministro salió al paso de las críticas y el rechazo de algunos grupos musulmanes a la presencia del Pontífice en el país. Todos los grupos étnicos y religiosos, aseguró, «miran con respeto y dan la bienvenida a esta honorable visita».

También el célebre clérigo chiita Muqtada al Sadr ha respondido al rechazo asegurando que Francisco es bienvenido en Irak. En un comunicado hecho público a través de Twitter el sábado, Al Sadr subrayaba que «la apertura a otras religiones es algo deseable», por lo que «nuestros corazones están abiertos para él antes que nuestras puertas».

«Como amante de la paz», el Santo Padre será especialmente bien acogido en Náyaf, «la capital de las religiones», donde se reunirá con el gran ayatolá Sayyid Ali Husein al Sistani. En el comunicado, se pide que «Alá bendiga a los seguidores de su apóstol Jesús y de su apóstol Moisés», en referencia a los judíos, si bien excluye a Israel. «Todos los seguidores de Mahoma, el último profeta, son vuestros hermanos en la paz y el islam».