Gustavo Entrala: «Fue muy avanzado; metió al papado en Twitter» - Alfa y Omega

Gustavo Entrala: «Fue muy avanzado; metió al papado en Twitter»

Este publicista español asegura que la llegada de Ratzinger a la red social supuso un cambio radical en la manera de comunicar el papado

José Calderero de Aldecoa
El publicista (con corbata azul) fue testigo privilegiado del primer tuit lanzado por un Papa. Foto: ABC.

¿Qué ha supuesto para usted la muerte del Papa?
Como he tenido una historia con él, me ha tocado; me ha tocado mucho. Como creyente, me sumo a las oraciones que la Iglesia propone. A nivel histórico, creo que se va a hacer justicia con él. Fue visto como reaccionario, cuando en realidad no lo era. Era una persona con una creatividad, imaginación e inteligencia fuera de lo común. Y eso lo digo sobre todo por las cosas que publicó, por las encíclicas, y también por los tuits. Eran de una belleza y de una riqueza de contenido muy llamativa. En un mensaje de 140 caracteres era capaz de decir muchas cosas. Sus textos siempre tenían diversas formas de abordarse. No era una frase sencilla del tipo: «Os quiero mucho», no. Decía cosas muy articuladas, muy intelectuales, y de una belleza extraordinaria.

¿Qué recuerda de Benedicto XVI, de los encuentros que tuvo con él?
A mí me llamó la atención que, con todo el marco de referencia que tenía en la opinión pública, de un Papa más bien rígido, poco amigo de la cámara, al que no le gustaba la atención mediática —todo cosas ciertas—, cuando yo estuve con él reunido, lo que me encontré fue una persona muy entrañable, con una mirada superacogedora, muy delicado, muy atento a lo que le contaba. Es una visión de Benedicto que muy poca gente tiene, simplemente porque no han estado con él. Y luego me pareció una persona extremadamente inteligente. Durante la conversación, hacía varias referencias a cosas que yo le había dicho, y se notaba que lo había entendido a un nivel más profundo de lo normal.

El visto bueno de Benedicto XVI de meter al papado en Twitter, ¿habla de algún modo de un Papa más progresista de lo que proyectaba su imagen?
Desde luego. Y hay un par de factores más que no se suelen tener en cuenta. El Vaticano tiene consumo energético sostenible y funciona con energía limpia desde que él está allí. Gracias a una decisión suya se instalaron unos paneles solares, se cambió el sistema de agua… Fue muy consciente del momento presente y tomó decisiones muy interesantes. Por otro lado, hay que señalar que el primero que habló como Papa del cambio climático y del daño al planeta fue Benedicto XVI. De hecho, hay una foto muy bonita de una ceremonia que hubo en la Santa Sede en la que todos los cardenales y obispos que acompañaban al Papa llevaban casullas verdes. Por todo ello, no le veo para nada como un ser antiguo, casposo, anclado mentalmente en el pasado. Al contrario, fue muy avanzado. Metió al papado en Twitter. Lo que pasa es que fue de esas inteligencias preclaras que ya había vislumbrado todos los cambios de la sociedad, y con el tiempo se está demostrando que él tenía razón.

Primer tuit

«Dialoga con Jesús en la oración, escucha a Jesús que te habla en el Evangelio, encuentra a Jesús, presente en el necesitado». Este fue su primer tuit, en respuesta a una pregunta lanzada por el redactor de Alfa y Omega José Calderero.

¿Qué peso histórico tuvo la entrada de Benedicto XVI en Twitter?
Yo creo que supuso un cambio radical en la manera de comunicar del papado. Hasta entonces, el Santo Padre estaba muy protegido y su comunicación tenía el estilo de una monarquía antigua. Twitter cambió radicalmente las cosas porque, primero, el Papa empezó a comunicar todos los días, cosa que antes no sucedía. Y segundo, porque el Pontífice no estaba expuesto a la opinión pública, y esto cambió lógicamente cuando se abrió la cuenta. Por otro lado, gracias a Twitter, el Papa empezó a sumarse a fenómenos de la actualidad, como celebraciones o sucesos dramáticos —una guerra o el terremoto de Haití famoso, por ejemplo—. El Papa antes mandaba un telegrama y ahora interviene directamente en Twitter, pide oraciones, se solidariza. Es decir, que esto hizo que la comunicación del Papa fuera mucho más viva que antes, algo a lo que Francisco ha dado una vuelta de tuerca. Ahora la cuenta tiene 54 millones de seguidores.

Se acaba de cumplir el décimo aniversario de la apertura de @Pontifex. ¿Qué le parece el éxito que ha tenido?
Ha sido un instrumento que ha acercado mucho al Papa y a la Iglesia al mundo. Ha permitido que millones de personas en todo el orbe accedan al pensamiento del Santo Padre sin necesidad de leerse un documento de 100 páginas, como son las encíclicas, que además muy poca gente lee. ¿Cómo haces que una persona que es directiva de una empresa, o que es empleada del hogar, o lo que sea, reciba algún alimento espiritual breve de parte del Papa, que le estimule en su vida diaria, que le inspire, que le dé esperanza? Creo que la cuenta ha sido fundamental en este sentido. Es más, dudo mucho de que la popularidad del Papa Francisco hubiera llegado a los niveles en los que está sin la ayuda de Twitter.

¿Va a poder ir a Roma a despedirse?
Lo he pensado, pero creo que por cuestiones de agenda y trabajo me va a resultar totalmente imposible. Pero sí que estoy muy cerca en el plano espiritual. Estos días estoy rezando mucho por el Papa emérito. Pido a Dios por su alma, y también le doy las gracias porque creo que Benedicto XVI ha sido una figura que ha jugado un papel muy importante después del Papa san Juan Pablo II y antes del Papa Francisco. Yo le tengo un cariño inmenso, y también una deuda profesional muy grande, porque haber trabajado para un Papa me ha ayudado mucho en mi carrera.