Gentes: Susanna Tamaro, escritora (en Mujer hoy) - Alfa y Omega

A las mujeres se nos dice que tenemos que hacer de todo para ocultar los signos del envejecimiento, para seguir siendo seductoras, ya que la seducción —nos lo repiten constantemente— es el auténtico motor de nuestra vida. Somos carne, en definitiva, y debemos permanecer como animales jóvenes. Cuando veo a muchas mujeres de hoy con la cara hinchada y tiesa como una máscara no puedo más que sentir una pena enorme. Envejecer no le gusta a nadie, pero aceptarlo es una prueba de sabiduría. El rostro narra nuestra historia: hay rostros ancianos hermosísimos porque desprenden la luz de la serenidad y la paz interior. Ésa es la verdadera belleza de las mujeres de cualquier edad.