Gentes: José Ramírez, sacerdote (en catholicidaho.org)
Muchos padres de familia tienen miedo de llevar a sus hijos pequeños a Misa por temor de llamar la atención. Pero, si no hay niños hoy, ¿entonces donde estará la Iglesia del mañana? Para mí el ruido de los niños en la Misa es un signo de vida, de vitalidad. Si los padres de familia están tratando lo más que se pueda en concentrar a sus hijos en la Misa, ¿qué más se puede pedir? Los niños pueden ir aprendiendo, sí sus papás les dedican el tiempo para explicarles lo que pasa; lleva tiempo y dedicación, y no es fácil, pero, a mí, si un sacerdote hubiera parado la Misa para regañarme, posiblemente no hubiera regresado a la Iglesia.
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