Gentes: Enrique García Máiquez, escritor (en Diario de Cádiz)
El Tribunal Constitucional ha fallado a favor del farmacéutico sevillano que se negó a vender la píldora del día después, de efectos abortivos. La noticia es excelente porque nos perfeccionamos como sociedad cada vez que el Derecho abre un resquicio de libertad entre su maraña de leyes. Pero no confundamos nunca el amparo legal de la objeción de conciencia, que es un derecho suplementario que otorgan los sistemas más civilizados, con el deber de actuar siempre de acuerdo a nuestros principios, como exige la conciencia.
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