García Magán: «Hay que estar siempre de la parte de las víctimas»
El nuevo secretario general de la CEE afirma que un solo abuso ya sería «execrable» para la Iglesia y defiende que el Evangelio está por encima de las etiquetas de progresistas y conservadores
Primera comparecencia pública del nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Poco antes de las 11:30 horas, el obispo auxiliar de Toledo, César García Magán, hacía acto de presencia en la sala de prensa de la Casa de la Iglesia en Madrid para dirigir un saludo a la opinión pública a través de los periodistas, a los que fue saludando uno a uno.
«Sorpresa y novedad» fueron sus primeras palabras para definir la elección que los obispos españoles habían hecho minutos antes por mayoría absoluta y en primera votación. «Nunca había trabajado en la CEE —que ha definido como instrumento «de comunión y servicio»— y lo afronto con gratitud y responsabilidad», ha añadido.
Tras hacer un pequeño repaso por su biografía —ha trabajado para la Santa Sede y el Arzobispado de Toledo en distintas etapas hasta ser nombrado obispo auxiliar hace un año— ha abordado en las preguntas de los periodistas diversas cuestiones: desde las relaciones con el Gobierno, los retos de la Iglesia, los abusos sexuales, la pluralidad y la comunión e incluso ha respondido a la pregunta de si se define como progresista o conservador.
«Yo no me etiqueto. ¿El Evangelio es conservador o progresista? Hay propuestas en la doctrina social de la Iglesia que el partido más extremista de izquierdas no se atrevería a asumir. Hay otras cosas. Porque se defienda la vida, la familia, la importancia de la educación… ¿Se es conservador? La preocupación social, la pastoral de la caridad, la acogida a los migrantes, no discriminar a nadie… ¿Eso es progresista? Esto cabe todo dentro del Evangelio», ha añadido.
Sobre el asunto de los abusos sexuales se ha mostrado contundente al señalar que «la Iglesia se ha visto afectada y contaminada por este problema social». «Es un tema lamentable, condenable y reprobable. Un solo abuso ya sería execrable para la Iglesia. Hay que estar siempre de la parte de la víctima», ha añadido. Con todo, ha asegurado que hay un compromiso «muy serio y sin fisuras» de los obispos españoles en esta materia.
Sobre la relación con el Gobierno, ha recordado que la iniciativa que la lleva el presidente y ha reconocido que es un proceso que está en marcha y que hay ya acuerdos. «Hay abiertas negociaciones. Como todo en la vida, puede ser mejorable», ha explicado.
La Iglesia existe para evangelizar
Como principales retos de la Iglesia en la sociedad actual, ha citado la necesidad de llevar la Buena Noticia a los hombres y mujeres de hoy: «La Iglesia existe por y para evangelizar». Asimismo, ha defendido la pluralidad de carismas y ministerios en la Iglesia.
Sobre si la experiencia de servicio en la Santa Sede le puede ayudar a desempeñar este nuevo encargo, ha asegurado que le permite tener una mirada de amplio espectro y ver el horizonte de universalidad. «En la Iglesia las situaciones son diversas. Esté en crisis, en descenso, aquí en Europa, pero en otros lugares la Iglesia está en crecimiento pujante. La Santa Sede Es una buena escuela», ha concluido.