Funeral de Juan del Río: «Trabajó en esa hermosa labor humanitaria de poner paz y solidaridad» - Alfa y Omega

Funeral de Juan del Río: «Trabajó en esa hermosa labor humanitaria de poner paz y solidaridad»

El funeral por el arzobispo castrense se ha celebrado este sábado en la catedral de las Fuerzas Armas y ha estado presidido por el presidente de la CEE

Redacción

La catedral de las Fuerzas Armas acogió esta mañana, a las 12:00 h., el funeral por el arzobispo castrense Juan del Río, que falleció el pasado jueves 28 de enero a casusa del coronavirus después de permanecer una semana ingresado en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.

El funeral estuvo presidido por el cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, y concelebrado por los cardenales Osoro, Blázquez, Cañizares, por el nuncio apostólico Bernardito Auza, y por los obispos de Ávila, Astorga o Toledo, entre otros.

«Todos habíamos intensificado la oración, cuando tuvimos noticia de que nuestro amigo don Juan del Rio estaba enfermo», pero «no ha sido la voluntad del Señor dejarlo un tiempo más con nosotros y lo aceptamos, aunque nos cueste», ha asegurado el cardenal Omella.

Este virus no perdona, ha continuado en la homilía, «ni hace diferencia entre personas, condición social, religión, culturas, razas». Al contrario, «nos ha unido a todos en la fragilidad. Nos ha recordado a todos nuestra condición vulnerable», ha subrayado el presidente de la CEE, quien sin embargo también se ha preguntado «¿por qué tenemos que morir, por qué ahora, por qué tan pronto?».

En cualquier caso, el cardenal Omella pidió al Señor «el descanso y la paz» para «nuestro hermano» Juan del Río. «Dejamos en tus manos a sus familiares, amigos y compañeros, a sus amados sacerdotes, a las Fuerzas Armadas, que lo tenían como un padre o un hermano mayor».

El purpurado también ha pedido por la archidiócesis castrense de España, para «que experimente esa paz que tú les diste a los apóstoles». Además, ha recordado el lema episcopal de monseñor Del Río –¡La obra de la justicia será la paz!– y aseguró que el arzobispo «trabajó en esa hermosa labor humanitaria de poner paz y solidaridad en todos los lugares del mundo y de la sociedad».

Por último, se cantó La muerte no es el final y el nuncio Auza leyó el telegrama de pésame del Papa y el enviado a Francisco por parte de los Reyes, en el que Felipe y Leticia reconocen haber «sentido mucho» el fallecimiento del arzobispo castrense y recuerdan «su gran humanidad, sus profundos valores y su servicio al arzobispado castrense y a las Fuerzas Armadas; así como su cercanía con toda la familia real». Posteriormente, el arzobispo Juan del Río fue sepultado en el presbiterio de la catedral.