Al menos tres fallecidos en una explosión en un edificio de La Paloma en Madrid - Alfa y Omega

Al menos cuatro fallecidos en una explosión en un edificio de La Paloma en Madrid

Entre ellos se encuentra un feligrés de la parroquia y uno de los sacerdotes, Rubén Pérez Ayala

Redacción

Al menos cuatro personas han fallecido y varias han resultado heridas este miércoles en una explosión provocada por una posible fuga de gas en un edificio perteneciente a la parroquia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real, ubicado en la calle Toledo, 98.

Uno de los fallecidos es David Santos Muñoz, electricista de 35 años, padre de cuatro niños, y feligrés de la parroquia, que había ido a echar una mano.

También ha fallecido el sacerdote Rubén Pérez Ayala, de 36 años, que fue ordenado sacerdote por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, el pasado mes de junio tras formarse en el seminario Redemptoris Mater de Madrid. «He tenido la experiencia a lo largo de este tiempo de seminario de que la felicidad no está en vivirlo todo para uno mismo, sino en donarse a los demás», aseguraba en una entrevista sobre su vocación en la web del Arzobispado el año anterior el joven, cuyo hermano Pablo es también sacerdote diocesano.

Los sacerdotes Gabriel Benedicto, Alejandro Aravena, Moisés León y Matías Ernesto Quintana se encuentran bien.

El edificio anejo al templo, en el que se ubican los pisos de los sacerdotes, varios locales parroquiales y de Cáritas, «ha quedado destrozado», aseguran desde el Arzobispado de Madrid.

La residencia de mayores Los Nogales La Paloma, justo al lado de los locales parroquiales, ha sido evacuada, pero fuentes de la misma aseguran que no hay residentes ni trabajadores heridos. Tampoco en el colegio La Salle La Paloma.

El arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, se ha desplazado al lugar de los hechos y ha pedido en su cuenta de Twitter por la comunidad cristiana y por las víctimas.

Por su parte, el Papa Francisco ha enviado un telegrama al cardenal Osoro en el que «eleva oraciones al Señor y encomienda muy especialmente a su misericordia el eterno descanso de las víctimas, así como a los heridos y a sus familias».