Vitoria responde al aumento de crisis en el seno familiar
La diócesis lanza un nuevo servicio de acogida, acompañamiento y protección a las familias. El dominico e influencer fray Nelson Medina ha pasado por la ciudad para abordar esta realidad: «Los ataques buscan dejar a la persona en una desnudez existencial»
La diócesis de Vitoria ha decidido hacer algo ante la complicada situación que atraviesan las familias en la actualidad. A las distintas leyes aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, en las que, por ejemplo, se elimina el consentimiento paterno entre los 16 y 17 años para cuestiones tan sensibles como el aborto o el cambio de sexo, se han sumado las continuas llamadas de auxilio de las familias a la Iglesia local. «En apenas dos años han sido 68 las personas que se han puesto en contacto con la diócesis» por problemas familiares o de pareja. De hecho, en los últimos meses han aumentado considerablemente, según explica Laura García, abogada y miembro del Tribunal Eclesiástico Diocesano, en alusión al lanzamiento de Sendilagun, un nuevo servicio de acogida, acompañamiento y protección a parejas y familias en situación de crisis, ruptura, sufrimiento y fragilidad. En marcha desde principios de marzo, Sendilagun contará con una oficina estable donde se dará soporte a todo el que lo necesite, aunque es necesario pedir cita previa.
El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, se ha implicado en este servicio y constata la relevancia que la diócesis quiere dar a este asunto. «La Iglesia tiene el deber de alimentar la vocación a la familia y facilitar el crecimiento de todos sus miembros», pero esta labor no se puede realizar solo de palabra, que también, sino que «ha de ser una atención íntegra, que abarque lo máximo posible», asegura el prelado, que anima a la Iglesia a trabajar en dos ámbitos: el material y el intelectual.
Para ahondar en este último, la diócesis invitó el pasado viernes, 10 de marzo, al sacerdote dominico colombiano fray Nelson Medina, con miles de seguidores en redes sociales, que impartió una conferencia titulada La familia en el nuevo orden mundial. «Estamos hablando del primer soporte de acogida y de restauración de la persona humana. Es una de las células básicas de la sociedad», explica el religioso en conversación con Alfa y Omega. A pesar de ello, existen diferentes corrientes políticas, sociales y económicas que buscan socavar la familia y arrastrarla a un segundo plano. «Este ataque deja a la persona en una desnudez existencial, en una vulnerabilidad total, que la convierte en presa fácil de los movimientos macrosociales, en su mayoría de carácter ideológico o económico», advierte el sacerdote.
Y si desarmas a la persona, puedes hacer con ella lo que quieras, continúa. A modo de ejemplo, habla de un campo que él conoce bien, el de internet. «Hay muchos intereses —principalmente económicos, aunque también de otro tipo— detrás de que la socialización ya no se haga en las plazas o en los parques, sino que dependamos para ello de unas tecnologías». De esta forma, «unos pocos se enriquecen y la persona se convierte en una pieza más de una organización económica». Sucede lo mismo en temas como el placer, la terapia o la comunicación: «Al final, las necesidades básicas del individuo pasan a depender de los grandes monopolios nacionales y transnacionales».
En todos estos movimientos, explica el dominico, «hay gente que busca un anticristo y citan a los masones, a Soros o a Bill Gates», pero él prefiere hablar de «intereses múltiples». «Lo que se busca es abrir la puerta de la familia para que algunos muy poderosos puedan hacer con ella lo que se les antoje», asegura el fraile, que ha realizado experiencias misioneras en lugares como Hong Kong, Australia, Inglaterra, Chile o Canadá. Gracias a este bagaje, sabe que estos ataques no se circunscriben a un país concreto, sino que se trata de un fenómeno global.
Ante esta situación, fray Nelson Medina subraya la importancia de «recuperar las comunidades de fe de las que hablaban los obispos reunidos en Aparecida [Brasil, donde se celebró la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en 2007]». En ellas, «la fe cristiana tiene un rostro, hay un camino de formación y una celebración litúrgica donde el hermano está presente. Sin divisiones internas de carácter ideológico», subraya Medina, que llama a superar el debate en la Iglesia entre conservadores y progresistas.
Así, concluye el dominico colombiano, se podrá recuperar el papel fundamental de la familia, lo que genera, como solía decir san Juan Bosco, buenos ciudadanos para la sociedad. «Tener buenos ciudadanos implica menos crimen, más respeto ecológico o mayor colaboración en las instituciones democráticas», remacha.
Vitoria ha sido una de las muchas paradas que fray Nelson Medina hace por diversos países cada año. Recorre el mundo para impartir conferencias, participar en encuentros y dar retiros espirituales. Esta actividad también se puede ver en sus perfiles de redes con cientos de miles de seguidores: medio millón en YouTube, más de 100.000 en Instagram, 80.000 en Facebook y 70.000 en Twitter.
Natural de Bogotá (Colombia), ciudad donde nació en 1965 y donde reside actualmente, estudió Física en la Universidad Nacional de Colombia. Una experiencia de fe, gracias a unos grupos de oración, hizo que lo dejara todo para ingresar en la Orden de Predicadores, los dominicos. Estudió Filosofía y se doctoró en Teología en Dublín para finalmente ser ordenado sacerdote en 1992.