El Papa sobre la natalidad: «Detengamos esta hemorragia de vida»
En un encuentro en Roma, ha llamado a realizar políticas serias y eficaces a favor de la familia. «El problema no es cuántos somos en el mundo, sino qué tipo de mundo estamos construyendo», ha afirmado
«El tema del nacimiento me toca muy de cerca. Cada regalo de un niño nos recuerda que Dios tiene fe en la humanidad, como subraya el lema Estar ahí, más juventud, más futuro». Con estas palabras ha comenzado el Papa Francisco su intervención en la cuarta edición de los Estados Generales de la Natalidad, una iniciativa del Foro de Asociaciones Familiares que ha tenido lugar este viernes en Roma.
En un escenario repleto de niños y con autoridades presentes, el Pontífice ha llamado a «detener esta hemorragia de vida» y ha pedido reflexionar sobre la importancia de «reunirse y trabajar juntos para fomentar la natalidad con realismo, previsión y valentía», mostrando su preocupación por el grave descenso de nacimientos.
«El Viejo Continente se está convirtiendo cada vez más en un continente viejo, cansado y resignado, tan ocupado en exorcizar la soledad y la angustia que ya no sabe disfrutar de la verdadera belleza de la vida en la civilización del don», ha afirmado Francisco. En este contexto, también se ha referido al pretexto de la superpoblación por el que hay gente que decide no tener hijos: «El problema no es cuántos somos en el mundo, sino qué tipo de mundo estamos construyendo», sostiene el Santo Padre, quien además ha recalcado que la vida humana no es un problema sino un don.
«El problema de nuestro mundo no es que nazcan niños, sino el egoísmo, el consumismo y el individualismo, que hacen a las personas llenas, solas e infelices». Ante esto, la propuesta del Papa Francisco es contundente: promover una cultura de la generosidad y solidaridad intergeneracional, así como revisar hábitos y estilos de vida. Y va más allá: «En el plano institucional, urgen políticas eficaces, opciones valientes, concretas y a largo plazo». De esta manera, el Pontífice subraya la necesidad de resoluciones que combatan la precariedad laboral, defiendan la conciliación y permitan, por ejemplo, la compra de una vivienda. «Se trata de poner en práctica opciones serias y eficaces a favor de la familia», ha sentenciado.
«No lo olvidemos: el futuro de hijos y nietos se construye también con las espaldas doloridas de años de trabajo y los sacrificios ocultos de padres y abuelos, en cuyo abrazo está el regalo silencioso y discreto del trabajo de toda una vida». Ha recalcado que el primer indicador de la esperanza de un pueblo es el número de nacimientos y que «sin niños ni jóvenes, un país pierde su deseo de futuro».
Mínimos históricos en España
En España, el año 2023 registró la tasa más baja de natalidad desde 1941. Un mínimo histórico que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, alcanza los 322.075 nacimientos, un 2 % menos que el año anterior y siendo además el quinto año consecutivo registrando este descenso.
Entre las principales causas se encuentran el retraso de la maternidad en las mujeres, pero también la dificultad de las parejas jóvenes para lograr una estabilidad laboral. Todo ello unido a la precariedad laboral que muchas veces no permite una equilibrio laboral y económico suficiente para mantener una familia. Además, la falta de políticas de conciliación y el aumento de los divorcios también son causas importantes del grave descenso de la natalidad en España.