Francisco invita a hacer de la vida «un instrumento de amor, de misericordia y de compasión»
En su mensaje al Meeting de Rímini anima a convertirnos en «mendigos de lo esencial» que es Jesús
Un año más Rímini se convierte en la ciudad del encuentro y de la amistad. La de este año será la edición número 45 del famoso Meeting por la amistad entre los pueblos, el Meeting de Rímini, organizado por Comunión y Liberación. Esta edición, que se extiende del 20 al 25 de agosto, lleva por lema, Si no perseguimos lo esencial, ¿qué perseguimos? Como es habitual, Francisco ha enviado un mensaje con motivo del encuentro que firma el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin.
Dirigido al obispo de Rímini, Niccoló Anselmi, el purpurado traslada las palabras del Papa a los organizadores, participantes y voluntarios que posibilitan esta cita que, año tras año, congrega en Italia a personalidades de alto nivel.
Francisco asegura que el mensaje del lema de esta edición es una llamada a la responsabilidad, especialmente, en los tiempos que corren «marcados por problemas y desafíos considerables ante los cuales a veces experimentamos un sentimiento de impotencia y una actitud derrotista y pasiva que puede llevarnos a “ir tirando” y dejarnos abrumar por el estupor de lo efímero hasta el punto de perder el sentido de la existencia».
Por ello, el Papa anima, hoy más que nunca, a emprender cualquier búsqueda de lo esencial. Se pregunta, si «¿hay algo por lo que valga la pena vivir y esperar?», «mientras soplan vientos gélidos de la guerra» que se suman a la injusticia, la violencia o la desigualdad. Por eso, asegura que es importante detenerse y reflexionar.
Invita a buscar una respuesta a esa pregunta convirtiéndonos en «mendigos de lo esencial» como el escalador que sube una montaña y se desprende de lo innecesario para ascender más rápido. Despojándonos de lo superfluo, indica Francisco, descubriremos que el valor de la existencia no es el éxito o lo material, sino «la amistad con Dios que se refleja en todas las demás relaciones humanas». Así, insiste en que lo esencial es la fe en Dios que nos salva en medio de las adversidades y nos da la alegría, «sin esta ancla, la barca de nuestra vida estaría a merced de las olas y podría hundirse».
En cualquier caso, el Pontífice recuerda que volver a lo esencial, a Jesús, no significa evadirse de la realidad, sino al contrario «es la condición para sumergirse verdaderamente en la historia».
Por último, el mensaje subraya que el Papa aprecia este objetivo del encuentro de buscar lo esencial «porque apuntar a lo esencial nos ayuda a tomar las riendas de nuestra vida y hacer de ella un instrumento de amor, de misericordia y de compasión, convirtiéndose en signo de bendición para el prójimo».
«Ante la tentación del desánimo, la complejidad de la crisis actual y, en concreto, el desafío de una paz que parece imposible, el Santo Padre insta a todos a convertirse en protagonistas responsables del cambio, colaborando activamente en la misión de la Iglesia, para dar vida juntos a lugares donde la presencia de Cristo puede ser vista y tocada. Este compromiso colectivo puede generar un mundo nuevo, donde finalmente triunfe el Amor que se nos ha manifestado en Cristo, y el planeta entero se convierta en templo de hermandad», concluye el texto en el que el Papa envía su bendición y pide a los participantes en el Meeting que recen por él.