Francisco exclama: «En nombre de Dios, os pido, ¡detened esta masacre!»
El Papa califica de «inaceptable agresión» la invasión rusa y asegura que quien apoya la violencia «profana» el nombre de Dios
Un domingo consecutivo más, el grito del Pontífice en contra de la invasión rusa de Ucrania ha protagonizado el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro. El Papa Francisco ha lanzado un contundente llamamiento «en nombre de Dios» a parar la guerra. Ha resonado entre los fieles como lo hiciera aquella súplica de Juan Pablo II en el ángelus del 18 de diciembre de 1994 cuando, ante la brutal guerra en los Balcanes, imploró el fin de la contienda con aquel «fermatevi, fermatevi davanti al Bambino», es decir, «deteneos, deteneos delante del Niño Jesús».
«En nombre de Dios, os pido, ¡detened esta masacre!», ha sido la petición de Francisco este domingo alzando la voz desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico. El Papa se ha expresado en términos más duros esta vez para condenar todo lo que está provocando la guerra de Putin contra Ucrania: «Hay que acabar con la inaceptable agresión armada antes que reduzca las ciudades a cementerios. Con dolor en el corazón, uno mi voz a la de la gente común que implora el final de la guerra. En nombre de Dios, que se escuche el grito de quien sufre y se ponga fin a los bombardeos y a los ataques. Que se apueste por la negociación y que los corredores humanitarios sean efectivos y seguros».
Es el segundo domingo que solicita un pasaje seguro para los civiles atrapados en ratoneras como la ciudad de Mariupol, a la que ha hecho alusión explícita el Papa Francisco: «Acabamos de rezar a la Virgen María. Esta semana, la ciudad que lleva su nombre, Mariupol, se ha convertido en una ciudad mártir de esta agotadora guerra que está destrozando Ucrania. Delante a la barbarie del asesinato de niños, de inocentes y de civiles inermes, no hay razones estratégicas que valgan».
La habitual alegría de los fieles y peregrinos en la plaza se ha tornado silencio cuando el Pontífice ha invitado a todos a rezar durante unos instantes por Ucrania.
Cristo en los refugiados
De acuerdo con la última actualización de ACNUR, el número de personas que han salido ya de Ucrania supera los dos millones y medio mientras que los desplazados internos pueden ser cerca de dos millones.
El Papa ha agradecido «la gran red de solidaridad que se ha formado» y ha pedido que no se extinga recordando que en los refugiados «está presente Cristo». Asimismo, ha instado a los cristianos a seguir rezando intensamente por la paz, a «aumentar los momentos de oración por la paz». Porque, tal y como recordó en su homilía de este sábado en la iglesia romana del Gesù, «la oración transforma la realidad».
Sus últimas palabras bien pueden interpretarse como «un recado» a quien está promoviendo toda esta locura, Putin, y a quienes lo están apoyando implícita o explícitamente. Perpetrador y cómplices que, a la postre, se consideran «cristianos»: «Dios es solo Dios de la paz, no es Dios de la guerra. Quien apoya la violencia profana su nombre».