Francisco en Sudán del Sur: «Basta ya de sangre derramada. Que el acuerdo de paz se lleve adelante»
El Papa ha iniciado este viernes su visita a Sudán del Sur para impulsar el proceso de reconciliación
El Papa Francisco ha iniciado este viernes la segunda etapa de su viaje africano en Sudán del Sur, el país más joven del mundo —se independizó en 2011— y que nunca antes había sido visitado por un Pontífice. Una peregrinación que hace acompañado por el primado anglicano, Justin Welby, y el moderador general de la Iglesia en Escocia, Iain Greenshields, para dar un nuevo impulso al proceso de paz y reconciliación en el país iniciado años atrás.
«Basta ya de sangre derramada, basta de conflictos, basta de agresiones y acusaciones recíprocas sobre quien haya sido culpable, basta de dejar al pueblo sediento de paz», ha clamado en su primera intervención, dirigida a las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. El acto comenzó con una hora de retraso por los compromisos previos del Pontífice, como la visita de cortesía al presidente de la República y el encuentro con los vicepresidentes.
Para Francisco, es tiempo de pasar página, de un mayor compromiso por una transformación «urgente y necesaria». Por tanto, ha agregado, «el proceso de paz y de reconciliación requiere un nuevo impulso» y también «que se entienda y se lleve adelante el acuerdo de paz, así como la hoja de ruta».
«Este país acoge una peregrinación ecuménica de paz, que constituye una rareza, ojalá represente un cambio de marcha, la ocasión para que Sudán del Sur vuelva a navegar por aguas tranquilas, reanudando el diálogo sin falsedades y oportunismos», ha explicado.
En este sentido, espera que la visita, que llega después «de haber escuchado el grito de todo un pueblo que llora por la violencia, la pobreza y los desastres naturales», no sea en vano y que estos sacrificios interpelen a todos y «vean nacer brotes de paz que den fruto».
Los líderes políticos deben ser «padres, no patrones»
Durante el discurso, ha recalcado que los líderes políticos son las fuentes de la «convivencia común, los padres y madres de este país niño». Y ha añadido: «Ustedes están llamados a regenerar la vida social, como fuentes de prosperidad y paz, porque esto es lo que necesitan los hijos de Sudán del Sur: padres, no patrones; pasos decididos hacia el desarrollo, no continuas caídas».
Les ha advertido también de que la historia los recordará si hacen el bien al pueblo. Que las generaciones futuras los honrarán en función de lo que hagan: «Porque el curso de la historia dejará atrás a los enemigos de la paz y dará renombre a quienes trabajaron por ella».
Finalmente, ha destacado que en el proceso de paz deben tener un papel fundamental los jóvenes, que han de ser promovidos a través de espacios de libertad y de encuentro. «Que se involucre más, incluso en procesos políticos y decisiones, también a las mujeres, las madres, que saben cómo se genera y se conserva la vida. Que haya respeto hacia ellas, porque quien comete violencia contra una mujer, la comete contra Dios», ha apuntado.
Además de la cuestión de la paz, fundamental para el desarrollo de cualquier nación, Francisco se ha referido a la necesidad de luchar contra la corrupción y la pobreza y la urgencia de dar una respuesta a los más frágiles y desfavorecidos. Ha citado, en concreto, a los millones de desplazados que viven en el país.
Finalmente, ha pedido que se detenga el tráfico de armas que, a pesar de las prohibiciones, «continúan llegando a muchos países de la zona y también a Sudán del Sur». «Aquí se necesitan muchas cosas, pero ciertamente no hay ninguna necesidad de más instrumentos de muerte. Otros diques son imprescindibles para garantizar el curso de la vida social: las políticas sanitarias, las infraestructuras vitales y la alfabetización y la educación», ha concluido.
Antes de la intervención del Papa, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir Mayardir, mostró su predisposición para retomar las conversaciones de paz en Roma que estaban en punto muerto. Fue el pasado noviembre cuando el Ejecutivo del país suspendió el diálogo por, en su opinión, «falta de compromiso» de los grupos de oposición.
El jefe del Gobierno espera ahora que los «grupos de resistencia correspondan a este gesto y se comprometan sinceramente con nosotros para lograr una paz inclusiva en nuestro país».