Francisco en Asís: «Es hora de que los pobres vuelvan a tener voz» - Alfa y Omega

Francisco en Asís: «Es hora de que los pobres vuelvan a tener voz»

«Cada uno de nosotros necesita al otro», subrayó el Papa al reunirse con 500 pobres. Pidió que «se abran los ojos para ver el estado de desigualdad en el que las familias viven»

Redacción
El Papa saluda a una familia durante el encuentro en la basílica de Santa María de los Ángeles de Asís. Foto: AFP / Filippo Monteforte

El Papa ha afirmado este viernes en Asís que «es hora de que los pobres vuelvan a tener voz, porque durante demasiado tiempo sus demandas no han sido escuchadas». Se trataba de su quinta visita a la ciudad del santo de los pobres y la naturaleza, en esta ocasión para encontrarse con 500 excluidos de toda Europa como preludio a la Jornada Mundial de los Pobres de este domingo. El encuentro ha sido organizado por la ONG francesa Fratello.

Según informa Efe, Francisco escuchó los testimonios de algunos desfavorecidos y de refugiados de Afganistán acogidos en Italia. En respuesta, hizo hincapié en la necesidad de una sincera acogida y de «dejar entrar a los que llaman a la puerta de la casa y a la puerta del corazón». Donde «hay miedo al otro, desprecio por sus vidas, entonces nace el rechazo».

Entre otras, el Papa escuchó la historia del español Sebastián del Valle, un hombre nacido en Palma de Mallorca que ahora vive en Toledo. Tras una vida dura a causa de la tentación del dinero fácil, las drogas y la cárcel, un sacerdote lo salvó de la calle. Hoy, emocionado, contó su historia.

No culpabilizar a los pobres

«Sabemos que cada uno de nosotros necesita al otro. E incluso la debilidad, si la experimentamos juntos, puede convertirse en una fuerza que mejore el mundo», dijo el Santo Padre en su discurso. Criticó a quien piensa que «son los pobres los responsables de la pobreza, con el fin de no hacer un serio examen de conciencia sobre sus propios actos, sobre la injusticia de ciertas leyes y las medidas económicas». Se trata de «la hipocresía de los que quieren enriquecerse a gran escala» pero «echan la culpa a los más débiles».

Frente a esto, el Pontífice pidió «romper el círculo de la indiferencia» y que «se abran los ojos para ver el estado de desigualdad en el que las familias viven», y aseguró que «es hora de arremangarse para recuperar la dignidad creando puestos de trabajo». Asimismo «es hora de volver a indignarse ante la realidad de los niños que pasan hambre, son esclavizados, zarandeados por las aguas en medio de un naufragio, víctimas inocentes de todo tipo de violencia». Y de «descubrir la belleza del encuentro y del diálogo».

Voces desde Afganistán

Uno de los testimonios escuchados en Asís fue el de Farzaneh, una afgana que creció «en un ambiente patriarcal y misógino que bloqueó mis sueños y aspiraciones». Fue una de los 5.000 afganos que el Ejército italiano sacó del país en agosto. Su vida corría peligro por ser mujer y chiita.

Sin embargo, su mente está «con las chicas de la residencia de la Universidad de Kabul que en estos días no pueden ir a la universidad, ni elegir por ellas mismas, ni ir comprar el pan o divertirse». También está preocupada por sus familiares. Por eso pidió «que el mundo adopte un enfoque global para resolver este problema y no deje al pueblo afgano solo».

También habló ante el Papa Abdul, un anciano que llegó a Italia con su esposa, Salima. «Estamos muy contentos de estar en Italia y agradecemos al Gobierno italiano que nos haya salvado. Aquí, en Foligno, estamos bien y damos las gracias a Cáritas que nos ayude con los documentos, la casa y todo lo que necesitamos», afirmó. Pero compartió su esperanza de poder reunirse con sus hijos que se quedaron en el país y otro que está refugiado en Turquía. Todo, porque la familia colaboró con los militares italianos.