El Papa pide «un modelo social previsor» frente a las nuevas pobrezas - Alfa y Omega

El Papa pide «un modelo social previsor» frente a las nuevas pobrezas

En el mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres hecho público este lunes, Francisco critica la idea de que los descartados «son responsables de su condición»

Redacción
Foto: EFE / Mariscal

El Papa Francisco critica en su mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres la existencia de «actores económicos y financieros sin escrúpulos» que se abaten sobre los más necesitados. En el texto, hecho público este lunes, denuncia cómo «múltiples y demasiadas formas de desorden moral y social» siguen generando «nuevas formas de pobreza».

«Parece que se está imponiendo la idea de que los pobres no solo son responsables de su condición, sino que constituyen una carga intolerable para un sistema económico que pone en el centro los intereses de algunas categorías privilegiadas», lamenta, según Efe.

Carga además contra «un mercado que ignora o selecciona los principios éticos, crea condiciones inhumanas que se abaten sobre las personas que ya viven en condiciones precarias». Así como contra las «trampas siempre nuevas de indigencia y exclusión, producidas por actores económicos y financieros sin escrúpulos, carentes de sentido humanitario y de responsabilidad social».

El deterioro de la pandemia

A estas realidades se sumó la pandemia, provocando un aumento desproporcionado de la pobreza. «Las largas filas frente a los comedores para los pobres son el signo tangible de este deterioro», que prevé que seguirá aumentando en los próximos meses. Por ello, exige «que se encuentren las soluciones más adecuadas para combatir el virus a nivel mundial, sin apuntar a intereses partidistas».

«En particular, es urgente dar respuestas concretas a quienes padecen el desempleo, que golpea dramáticamente a muchos padres de familia, mujeres y jóvenes», agrega el Papa para la quinta edición de esta jornada. Los gobiernos e instituciones deben buscar asimismo un enfoque diferente para erradicar este fenómeno con «un modelo social previsor, capaz de responder a las nuevas formas de pobreza que afectan al mundo y que marcarán las próximas décadas de forma decisiva».

Compartir, no beneficencia

El Papa rechaza el asistencialismo y llama a un compromiso para ayudar a erradicar la pobreza que no consista «exclusivamente en acciones o en programas de promoción y asistencia». La beneficencia, explica, implica la existencia de un benefactor y un beneficiado. En cambio, «el compartir genera fraternidad» y es duradero, frente a la limosna «ocasional» para «aliviar nuestra conciencia». La solución, por tanto, no es «un desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro considerándolo como uno mismo».

Los pobres no son «personas externas a la comunidad», sino hermanos «con los cuales compartir el sufrimiento para aliviar su malestar y marginación, para devolverles la dignidad perdida y asegurarles la necesaria inclusión social». Por ello, la costumbre no puede convertirse en indiferencia.