Francisco condena la quema del Corán en Suecia: «Todo libro sagrado debe ser respetado»
La Unión Europea y varios países del mundo islámico critican este incidente que podría dificultar más la entrada del país escandinavo en la OTAN
«Me siento indignado y asqueado por esta acción», opina el Papa sobre la quema de varias páginas del Corán en Suecia frente a la principal mezquita del país el pasado sábado. Lo ha comentado en una entrevista con Al Ittihad, uno de los principales diarios en los Emiratos Árabes Unidos. «Cualquier libro considerado sagrado por sus autores debe ser respetado y la libertad de expresión nunca debe ser utilizada como excusa para despreciar a los demás», añade Francisco, quien señala que este tipo de ataques a la libertad religiosa deben «ser rechazados y condenados» por todos.
«La fraternidad humana es el antídoto que el mundo necesita para curarse del veneno de estas heridas», afirmó el Papa en la entrevista. «Hoy necesitamos constructores de paz, no fabricantes de armas; hoy necesitamos constructores de paz, no instigadores de conflictos; necesitamos bomberos, no pirómanos; necesitamos defensores de la reconciliación, no personas que amenazan con la destrucción».
En este sentido, afirmó que siempre dona a las delegaciones que recibe en el Vaticano el Documento sobre la fraternidad humana. «Creo que es un texto importante no solo para el diálogo entre las religiones, sino para la convivencia pacífica entre todos los seres humanos. Habrá una civilización de la fraternidad o de la enemistad. O construimos juntos el futuro, o no habrá futuro».
Con todo, señaló que «la verdadera medida de la fraternidad es lo que hacemos de manera concreta para ayudar, apoyar, socorrer, alimentar o acoger a mis hermanos». Por eso resaltó las iniciativas caritativas concretas puestas en marcha tras la publicación del documento. «Si solo hago el bien a los que piensan o creen como yo, entonces mi bien es hipocresía, porque el bien no conoce discriminación y exclusión».
En la entrevista, el Papa habló también de su estado de salud después de la reciente cirugía de abdomen. «Fue difícil, pero ahora, gracias a Dios, estoy mejor gracias al compromiso y la profesionalidad de los médicos y del personal de enfermería». Con gratitud, aseguró que «rezo por ellos y sus familias y por todas las personas que me han escrito y rezado por mí estos días».
La quema del texto de referencia para los musulmanes en Estocolmo se produjo al inicio de la festividad de Eid al Adha, popularmente conocida en España como la Fiesta del Cordero. El episodio ya ha recibido condenas de todo tipo de instituciones, empezando por el propio Ministerio de Exteriores sueco. También la Unión Europea, quien declara que la quema de «cualquier libro sagrado es ofensiva, irrespetuosa y un claro acto de provocación». El Servicio de Acción Exterior de Bruselas subraya en un comunicado que «las manifestaciones de racismo, xenofobia y otros tipos de intolerancias no tienen lugar en Europa».
Según varios analistas, el episodio de quema del Corán supondría un escollo más para la adhesión del país escandinavo a la OTAN. Su solicitud depende aún de la aprobación de Hungría y de Turquía, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha criticado con fuerza el suceso. Fuera de la Alianza, también Putin ha condenado el incidente en una visita a la mezquita de Derbent, la capital de la república rusa de Daguestán.
La quema del Corán ha provocado protestas en Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos e Irak, quienes han convocado a los embajadores suecos en sus países. En el caso iraquí, la ciudad de Bagdad ha sido escenario de protestas y la irrupción de varios cientos de manifestantes por la fuerza en la embajada sueca.
La Unión Europea llama a la calma y pone de manifiesto que «ahora es el momento de permanecer juntos en pro del entendimiento mutuo y el respeto, así como para evitar cualquier nueva escalada». Y llama a proteger «la libertad de religión, creencia y expresión, tanto a nivel nacional como en el extranjero».