Francisco cesa a los altos cargos de la Orden de Malta para terminar la reforma de la institución

El Papa Francisco ha disuelto el Soberano Consejo de la Orden de Malta y ha establecido, con un decreto publicado este sábado, un consejo provisional que conducirá a la entidad al próximo Capítulo Extraordinario del 25 de enero cuando se elegirá un nuevo Gran Maestre.

De esta forma, el Pontífice empieza a poner fin a la crisis institucional que vive la Orden de Malta desde 2017 cuando se planteó la necesidad, entre otras cosas, de una nueva constitución, algo que ocasionó no pocos enfrentamientos dentro de la Orden entre los que querían promover cambios y los que temían que estos erosionaran su soberanía.

Como recuerda Francisco en su decreto de este sábado, la Orden de Malta tiene una doble vertiente. Por un lado, «calidad de Orden soberano» y por otro, de «Orden religioso», «íntimamente conectadas entre ellas». Por ello, como «Orden religioso» depende «en sus distintas articulaciones de la Santa Sede». Este recordatorio ha hecho saltar las alarmas entre algunos que ven aquí la clave de la pérdida de la soberanía.

La Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, fue fundada en Jerusalén hace casi 1.000 años para brindar asistencia médica a los peregrinos en Tierra Santa. Desde entonces hasta ahora son innumerables las almas a las que ha asistido en todo el mundo y en todo tipo de catástrofes, las naturales y las provocadas por la mano del hombre. Para todo ello, cuenta con un ingente presupuesto. Está compuesta por unos 13.500 miembros, 95.000 voluntarios permanentes y 52.000 profesionales sociosanitarios. Su misión médica es la más antigua del mundo y en la actualidad está presente en 120 países, por ejemplo, los que hacen frontera con Ucrania.

La Orden de Malta es además una entidad con representación diplomática propia. Mantiene relaciones con 110 y cuenta con un observador permanente en las Naciones Unidas.

La reforma fue confiada por el Papa a su Delegado Especial, el cardenal Silvano Maria Tomasi, a quien también se le encomendó la revisión de la nueva constitución y del Código Melitense, así como la preparación del Capítulo General Extraordinario junto con el Lugarteniente del Gran Maestre, el canadiense John Dunlap. Aunque no se conocen los detalles de la nueva constitución, según la Agencia Reuters, el documento eliminaría la regla de la nobleza, es decir, que los Caballeros de primera clase y el Gran Maestre procedan de un linaje noble. También suprimiría la tradición de que los Grandes Maestres sean elegidos de por vida.