Fernando Prado: «No se entiende que un obispo tome una decisión sin el pueblo»

Una vez se hizo público su nombramiento como obispo de San Sebastián y tras realizar una visita relámpago a esta diócesis para atender a los medios de comunicación, el sacerdote Fernando Prado recibió en Madrid a un grupo de periodistas, un encuentro en el que compartió, entre otras vivencias, cómo le fue comunicada la noticia y reflexionó sobre la prensa —él también es periodista— y sobre la Iglesia.

«Mi vida va a cambiar muchísimo. He vivido en comunidad y no sé si ahora lo seguiré haciendo. Sí viviré con gente cerca. Necesito a mucha gente cerca», ha señalado el obispo electo. Unas palabras que entroncan perfectamente, ha añadido, con la sinodalidad y con el hecho de que todos los bautizados son discípulos misioneros de la Iglesia. «En la misión de la Iglesia también entra el gobierno y no es solo cosa de obispos. Hoy no se enciende que un obispo tome una decisión sobre las cosas sin consensuarlas con su pueblo», ha añadido.

En este sentido, ha dicho que, sea por virtud o por necesidad, «el laicado va a tener el protagonismo principal en la Iglesia del futuro». Y ha añadido: «El Espíritu nos va llevando hacia una Iglesia donde los laicos tienen protagonismo y, dentro de estos, la mujer. La Iglesia se sostiene en las mujeres».

Tras manifestar que «el Concilio Vaticano II debe seguir siendo la brújula que guíe la Iglesia», ha subrayado que esta debe ser hoy fundamentalmente «madre para el mundo y las personas». «La Iglesia tiene que ser siempre una madre con sus hijos. Nadie nos quiere tanto como nuestra madre», ha añadido.

Su intención al llegar a San Sebastián es ser puente entre la Iglesia y la sociedad. De hecho, en su escudo episcopal estará representado el puente colgante que une las dos orillas de la ría de Bilbao, de donde es natural. «Muchos ya están tendidos. Mis predecesores lo han ido haciendo. Me voy a empeñar en ello. Lo que es bueno para la sociedad es bueno para la Iglesia y lo que es bueno para la Iglesia es bueno para la sociedad. La Iglesia tiene que colaborar con las instancias sociales y la sociedad tiene que contar con la Iglesia», ha señalado.

«El perdón no cambia el pasado, pero puede cambiar el futuro»

Del mismo modo, ha pedido que Iglesia y sociedad miren al futuro con esperanza y que en esta tarea la comunidad cristiana tiene mucho que aportar: «El pasado no se puede cambiar. El perdón no cambia el pasado, pero puede cambiar el futuro. De lo que se trata ahora es de vivir el presente con pasión y el futuro con esperanza. Si podemos mirar al futuro con esperanza es porque Dios camina con nosotros. Y hay mucha gente que necesita conocer a Dios». En este sentido, ha destacado que la gran dificultad es, precisamente, la evangelización, «contar al mundo que hay una esperanza que se llama Jesús».

Prado, que ha recibido la llamada de su predecesor, José Ignacio Munilla, para felicitarle y ponerse a su disposición, ha elegido como lema episcopal In Corde Matris y recibirá la ordenación episcopal de su hermano de congregación y cardenal Aquilino Bocos el próximo 17 de diciembre.