Fase continental del Sínodo: «Proclamar a Jesús es la mejor forma de servir a Europa»
590 delegados participarán en la asamblea continental europea del 5 al 12 de febrero en Praga. Las religiosas contemplativas se sumarán con la adoración continua
«Europa sigue siendo cristiana, incluso cuando no sabe que lo es». Lo ha afirmado el presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), Gintaras Grušas, al presentar este miércoles en rueda de prensa la asamblea continental europea del Sínodo. Esta cita, que se celebrará en Praga (República Checa), del 5 al 12 de febrero, «será una oportunidad de renovar nuestra misión de proclamar a Jesús: es la respuesta más verdadera y urgente a los muchos desafíos presentes, y la mejor forma de servir a Europa».
La «increíble red de solidaridad» con la que Europa ha respondido a la guerra en Ucrania «no es simplemente la respuesta a una emergencia». Al contrario, muestra «el espíritu de solidaridad de los pueblos» europeos. Este «mana, en la mayoría de casos, de la idea de que todo ser humano está creado a imagen de Dios».
«Cristo es la esperanza de Europa», ha afirmado Grušas citando a san Juan Pablo II en la exhortación postsinodal Iglesia en Europa. Escrita hace casi 20 años, fue fruto del segundo Sínodo de obispos sobre el continente en menos de una década. El primero tuvo lugar tras la caída del Muro de Berlín «para reflexionar sobre la nueva Europa que respiraba con dos pulmones», mientras que el segundo, a las puertas del tercer milenio, sirvió para recordar la «necesidad de consolidar una Europa» que «empezaba a caer presa de la secularización», ha relatado el presidente del CCEE.
Distintos continentes, mismas ideas
En la misma línea ha hablado el cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la UE (COMECE) y vicepresidente de CCEE. El también arzobispo de Luxemburgo ha mostrado su esperanza, y la de otros, de que «el Sínodo nos ayude a ser una Iglesia misionera, porque tenemos un declive del cristianismo en Europa». El Sínodo «no debe privarnos de ser nuevos misioneros. La misión de la Iglesia es anunciar a Cristo, proclamar nuestro compromiso con la creación, pero también con la justicia y la paz, y un compromiso de todo el pueblo de Dios».
Casi diez meses después del comienzo de la guerra en Ucrania, «no solo no ha habido ningún alto el fuego sino que el riesgo de una escalada del conflicto es cada vez más amenazador», ha lamentado durante la rueda de prensa el presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), Gintaras Grušas. Por ello, «una vez más condenamos firmemente la invasión armada de Ucrania y llamamos a las naciones responsables a trabajar sobre un diálogo político que acabe con este conflicto»; y a la población «a rezar por el milagro de la paz».
Por otro lado, en declaraciones a la prensa al final del evento el cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales de la UE (COMECE) ha calificado de «una pena» el escándalo de corrupción en torno al mundial de fútbol de Catar que ha sacudido el Parlamento Europeo en los últimos días. «Hay gente que perderá la confianza», ha lamentado. Sin embargo, ha añadido que «el Parlamento reaccionó bien. Tengo mucha fe en la presidenta Metsola, es una mujer fuerte y decidida». Además, «se ha descubierto que ciertas cosas no se pueden hacer en el Parlamento Europeo».
En su discurso, el cardenal Hollerich ha subrayado que le impresionó cómo muchos puntos del documento de trabajo elaborado con las aportaciones nacionales llegaban a la vez de distintos continentes. «Yo me lo imaginaba de forma muy diferente, que habría problemas claramente europeos, latinoamericanos, asiáticos». Pero, aunque con «diferentes tonos», hay «mucho en común».
También ha dicho sentirse consolado al pensar que los «hombres, mujeres, religiosos, obispos» que lo elaboraron lo hicieron desde la conciencia de que debían «dejar de lado sus ideas y deseos para escuchar lo que ha dicho el pueblo de Dios». Ahora, es el momento de leer este texto «en actitud de oración».
590 participantes
La asamblea continental estará dividida en dos partes: del 5 al 9 de febrero, una etapa más abierta, con la participación de 200 personas de forma presencial. 156 de los participantes estarán elegidos por cada una de las 39 conferencias episcopales de Europa, cuatro por episcopado, «en representación de todo el pueblo de Dios», ha explicado Grušas. Habrá además 44 personas invitadas directamente por la CCEE como representantes de las realidades eclesiales más representativas a nivel continental.
«También habrá algunos delegados fraternos de otras confesiones cristianas». Además, cada conferencia episcopal elegirá diez delegados más que participarán de forma virtual «para posibilitar la participación más amplia posible». Posteriormente, del 9 al 12, se celebrará la fase final, en la que estarán solamente los presidentes de las 39 conferencias episcopales. Durante esos días, «hemos invitado a las comunidades de vida contemplativa de toda Europa a unirse a nosotros de manera especial con la adoración continua en silencio».
«Creemos en una Europa que es una familia en solidaridad, respetuosa de los distintos pueblos», ha concluido Grušas. En ella, «el Evangelio sigue siendo una contribución inagotable a construir una civitas terrena que no se dobla sobre sí misma sino que se abre, con los pies en la tierra y la mirada en el cielo».