Fabrice Hadjadj se muda a España para aunar teología, carpintería y horticultura
El filósofo francés promueve la creación de Incarnatio, una iniciativa «para entrar de nuevo en contacto con la realidad»
El filósofo francés Fabrice Hadjadj, autor de obras como La fe de los demonios o ¿Cómo hablar de Dios hoy?, se muda a España para fundar una nueva iniciativa formativa: el instituto Incarnatio. Hadjadj volcará los conocimientos y la experiencia adquiridos durante casi 15 años al frente del Instituto Philanthropos, en Friburgo, para crear un foco de reflexión y punto de encuentro para pensadores y humanistas de todo el mundo.
El Instituto ofrecerá a quienes estén interesados en esta aventura un año de vida en comunidad para el estudio de antropología, literatura, historia y el desarrollo de actividades manuales como el teatro, la carpintería y la horticultura.
«Cristo es la inteligencia que se ha hecho artesano, carpintero», ha afirmado el filósofo durante la presentación en Madrid de la iniciativa, cuya apertura está prevista para el verano de 2026.
«Todo está yendo muy rápido, de manera inesperada», ha dicho sobre el proyecto, «porque una llamada así no se escucha hasta que no la respondes». El francés ha hablado en Madrid de sus orígenes sefardíes y de su relación con España, algo que ha plasmado incluso en alguna de sus obras. «La cultura española está marcada por el combate, parece que las cosas comienzan a funcionar cuando empiezan mal», ha dicho en alusión a la Reconquista y la Contrarreforma.
La idea es que en torno a 40 jóvenes reciban un «noviciado a la vida natural», conviviendo juntos, y realicen un trabajo manual, en la huerta, con animales, para recuperar el contacto con la tierra y con la naturaleza. También se practicarán las artes, el canto, especialmente el litúrgico, con Misa diaria, y en acuerdo con universidades de Madrid para recibir formación académica.
Por eso, en este contexto, siente «el drama de un país rodeado de mar que siempre está llamado a recordar sus raíces». Así, Incarnatio es un proyecto que nace en un mundo que «quiere hacer desaparecer al hombre en el metaverso». Se trata pues de recuperar «los buenos cuentos e historias» que nos permitan «volver a la realidad», sobre todo «el imaginario bíblico», que «nos devuelve al mundo». El objetivo es «recuperar la inteligencia frente a la parodia de la inteligencia artificial».
«Somos seres que trabajamos con las manos, que hacemos música con las manos y elaboramos objetos con ellas», ha añadido. Por eso «no basta leer a santo Tomás para volverse realista», porque él vivía en un mundo «agrícola y artesano». La propuesta de Incarnatio pasa pues un marco que incluye artesanía y agricultura, «volver a usar las manos para recuperar la mente y entrar de nuevo en contacto con la realidad», y retomar «el ritmo de mundo y la semilla de la Palabra».