Extramuros busca sanar a los religiosos y sacerdotes que se secularizan - Alfa y Omega

Extramuros busca sanar a los religiosos y sacerdotes que se secularizan

La asociación ofrece ayuda psicológica, económica y laboral a quienes cuelgan los hábitos o la sotana. «Muchos encuentran imposible rezar», dice su fundadora, a quien el Papa ha enviado una carta de apoyo

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Hortensia López Almán durante una consulta
Hortensia López Almán durante una consulta. Foto: Asociación Extramuros.

«Me puse en contacto con Hortensia gracias a un sacerdote que me habló de una mujer que había estado en las carmelitas y escribió un libro contando su experiencia al salir. Busqué en internet y vi que había fundado la asociación Extramuros. Yo simplemente quería hablar con alguien que entendiera lo que yo estaba pasando», afirma Andrea, una joven colombiana que recientemente dejó la vida religiosa. Reconoce que, meses después de tomar la decisión, su vida «no está siendo nada fácil» porque «a veces siento que no me adapto al mundo, a las dinámicas sociales y a la forma de ver la vida de la gente».

Andrea ha tenido la oportunidad de contar con la ayuda económica, psicológica y espiritual que ofrece la asociación Extramuros, fundada hace apenas un año por Hortensia López Almán. El caso de la colombiana no es único entre las personas que deciden salirse de una congregación religiosa o abandonar el ministerio sacerdotal. «Conozco a varios que no acaban de superarlo, y a veces esto parece un “sálvese quién pueda”», manifiesta López Almán. El Papa Francisco acaba de enviarle una carta alentándola en su labor. Ella dejó sus estudios de Filología para ingresar en un monasterio de carmelitas descalzas en 1995. Pero después de 20 años en clausura decidió dejar el convento. Al salir, escribió el libro Cuidemos la vida religiosa, en el que detalla graves fenómenos presentes en algunos procesos de secularización, como abusos de autoridad, problemas psíquicos e indiferencia de las autoridades eclesiásticas.

«En determinado momento me vi muy sola y hasta tuve que recurrir a la Santa Sede para contar lo que había visto y vivido. Me contestaron, pero fue con un jarro de agua fría. Eso fue lo que me decidió a escribir mi testimonio» afirma López Almán a Alfa y Omega. En una presentación del libro, tras abogar por la necesidad de crear una asociación que ayudara a los consagrados que se secularizan, una mujer se le acercó y la animó a fundar lo que hoy es Extramuros. La entidad responde a «una necesidad que no está cubierta en la Iglesia», afirma. Dan fe de ello las llamadas y correos que recibe, que aumentan cada día: «Hasta 20 solo en la última semana», contabiliza. Aunque la asociación está abierta a ayudar a cualquier sacerdote, religioso o religiosa que decide abandonar la consagración, independientemente de sus motivos, «lo cierto es que la mayoría de los que se ponen en contacto con nosotros son personas que han sufrido abusos de autoridad. “Por fin encuentro a alguien con quien hablar, nadie me ha hecho caso”, dicen casi siempre».

Desafíos tras salir del convento

López Almán relata que lo primero por lo que pasan las personas que abandonan la vida consagrada es «mucha desorientación». Presentan también «sentimiento de culpa y de vergüenza añadidos». Además, «se ven en la calle y se sienten muy solas». Obviamente, necesitan un trabajo, «pero no suelen tener experiencia laboral ni titulación, aunque sepan hacer muchas cosas. Por ejemplo, una mujer que ha cocinado toda su vida en el convento y sabe hacerlo como los ángeles, sin un título no podrá ser contratada en ningún sitio». Las mayores se enfrentan al problema adicional de que «durante años no han cotizado nada o muy poco».

Junto a ello, «es habitual que padezcan heridas psicológicas». Y a la culpa se suma «el rechazo social que padecen. No solo son evitadas por su comunidad, sino en muchos casos también por su familia, y eso es muy doloroso. Además, no tienen amigos fuera y eso aumenta su soledad», afirma López Almán. Por si fuera poco, todo esto se ve agravado por el rechazo que perciben en la misma Iglesia. «Hay gente que las entiende, pero la mayoría no». Por este motivo, muchas abandonan la vida sacramental, al menos durante una primera etapa, «y hasta encuentran imposible seguir rezando. Piensan que Dios las ha abandonado y presentan unos cargos de conciencia tremendos», añade la responsable de la asociación Extramuros.

Claves
  • El 2 de enero de 2023 se firmaron los estatutos de la asociación Extramuros, nacida para «visibilizar» a religiosas, religiosos y sacerdotes exclaustrados o secularizados y brindarles «un lugar de encuentro y sanación».
  • La fundadora habla de «estrés postraumático» a la hora de describir la situación más habitual de las personas que llaman a la asociación.
  • La mayoría llevan ya más de diez años secularizados y aún demandan ayuda psicológica por lo vivido. Los que acaban de colgar los hábitos solicitan también apoyo económico y laboral.
  • Cerca del 40 % de las consultas procede del extranjero. La mayoría de las atendidas son mujeres.

Así, el primer apoyo que da López Almán desde su asociación «es simplemente emocional: decirles que no están solas. Eso ya alivia mucho y da pie para luego darles la posibilidad de acudir a un psicólogo, que ofrecemos de manera gratuita», señala. Para su labor, Extramuros necesita un apoyo que su fundadora ha solicitado ya a los obispos españoles, a CONFER y a Cáritas, entre otras instituciones, porque «esto es un problema social que debe ser resuelto entre todos». «Ahora estamos buscando una casa de acogida. Hay conventos cerrados que perfectamente podrían valer para ello, pero para eso las congregaciones y las diócesis deben poner de su parte», abunda López Almán.

De momento ya ha recibido un apoyo explícito por parte de CONFER, Cáritas y algunos obispos, así como del mismo Santo Padre, de cuya carta la fundadora solo quiere contar que «nos ha dado las gracias por tener esta valentía de ayudar a este tipo de personas». Resalta asimismo que «él está sufriendo por lo que padecen estas personas».

Como afirma la misma Andrea tras recibir el apoyo de Extramuros, la sanación pasa por comprender que «nuestra misión en la Iglesia es apoyarnos mutuamente unos a otros. Sin importar el camino de cada uno, nuestra meta para todos es Cristo. Cualquiera puede tener una crisis, pero de todo se sale con la ayuda de Dios».