«Es impresionante la actitud de los padres de Belén Domínguez» ante su muerte, asegura Ángel Camino
Los padres de la joven sevillana fallecida tras un ingreso de dos años «estaban totalmente enteros» durante su funeral, al igual que su novio. El vicario de la Vicaría VIII de Madrid, agradece el apoyo de los capellanes a la familia
Prácticamente al mismo tiempo que los ojos del mundo se fijaban en la fumata blanca del Vaticano y en el primer saludo del Papa León, la capilla del Hospital Ramón y Cajal vivía un momento mucho más íntimo pero también emocionante. Al menos lo fue para Ángel Camino, vicario de la Vicaría VIII de Madrid, que la celebró. Minutos después, antes de hablar con Alfa y Omega sobre la elección de un amigo suyo como Papa, quiso subrayar lo impactante de esa Eucaristía.
«El silencio y la oración se cortaban con un cuchillo. La familia estaba totalmente entera porque son muy creyentes», aseguraba. «Es impresionante la actitud de los padres, a los que habría que hacer un monumento por cómo han sido capaces de acompañar» a la joven, fallecida el 27 de abril.
«A pesar de ser tan joven, Belén ha sido esa mujer fuerte que sale en el libro de la Sabiduría», subrayaba Camino. «Vivió intensamente la fe en su familia, con una religiosidad que la caló hondamente. Así, cuando llegó la enfermedad supo reconocer» la presencia de Dios en ese momento. Plasmó esta experiencia en su libro La vida es bonita incluso ahora.
Para el vicario agustino, igual de importante que el testimonio de los padres es el de su marido, Emilio. Pero no solo por la serenidad con la que ha vivido este momento, que también es «un ejemplo». Sino también por el simple hecho de haber permanecido a su lado. «Los capellanes son testigos de la cantidad de enfermos y enfermas que ingresan teniendo novia o novio y al mes este los ha dejado». En cambio, «Emilio estaba tan enamorado que la ha acompañado hasta el último instante de su vida como uno más» de la familia.
El vicario alababa por último la implicación de los capellanes del hospital. «Nunca he visto a los siete concelebrando una Misa», como había ocurrido ese día. «Han tenido un papel fundamental», porque si bien la familia tenía el sostén de su fe «necesitaban un apoyo incondicional» en un momento tan difícil. «Y han tenido el de la Iglesia».
De hecho, subraya que la presencia de los sacerdotes y voluntarios de pastoral del hospital a su lado no se limitó a los dos años durante los que Belén estuvo ingresada. «Ha seguido tras el fallecimiento». Por eso sus padres quisieron hacer un segundo funeral en Madrid, después del de Sevilla. «Ha sido un testimonio que habla por sí mismo».