Es «extremadamente hipócrita» deportar a haitianos a un país que se reconoce inseguro
Estados Unidos pretende devolver a miles de inmigrantes haitianos a un país inmerso en una grave crisis por la violencia, el asesinato de su presidente y el terremoto de agosto
Algunas entidades católicas se han sumado a las críticas al Gobierno de Estados Unidos por la deportación en los dos últimos días de 560 inmigrantes haitianos. «Una decisión inconcebible», además de «inmoral e inhumana», denunciaba en Twitter este lunes Anna Gallagher, directora ejecutiva de la Red Católica de Inmigración Legal (CLINIC por sus siglas en inglés).
Es, además, un ejemplo de «mala política interior y exterior». «Después de volver a conceder, con razón, un estatus de protección temporal a Haití, basado en la conclusión de que era demasiado peligroso que la gente volviera a ese país antes del terremoto» del 14 de agosto, «la decisión de acelerar las deportaciones» ahora, «en condiciones aún peores, es extremadamente hipócrita».
El estatus de protección temporal protege a los extranjeros procedentes de países inseguros por conflictos armados, catástrofes ambientales u otras circunstancias. Haití es uno de esos países cuyos ciudadanos pueden obtener un permiso temporal de residencia y trabajo en Estados Unidos, para no verse obligados a volver. Lleva ya varios años en la lista, y la decisión se renovó el 3 de agosto hasta febrero de 2023 a la vista de la violencia y la inestabilidad en el país, agravada por el asesinato del presidente, Jovenel Moïse, el 7 de julio.
Tres vuelos diarios
Sin embargo, el Gobierno de Biden ha comenzado en los últimos días una deportación masiva. Haití espera tres vuelos diarios durante las próximas dos o tres semanas para recibir a los miles de inmigrantes que se encuentran varados en un campamento improvisado en Texas.
La mayoría de los deportados son jóvenes, entre 20 y 30 años. Muchos abandonaron su país de origen hace seis o incluso diez años. Después de vivir unos años en países como Chile o Brasil, intentaron llegar a Estados Unidos. Muchos de ellos con sus hijos, nacidos fuera de Haití. Entre el más de medio millar de deportados desde el domingo, hay al menos 170 niños, informa Efe.
Al llegar a Puerto Príncipe, algunos denunciaron ante los medios de comunicación que bajo el puente de la frontera en Del Río (Texas) fueron maltratados por los agentes fronterizos estadounidenses. «Hemos pasado al menos seis días en prisión sin comer ni beber, ni lavarnos. En el avión nos encadenaron como a ladrones», dijo uno de ellos.