Erradicar las guerras, cambiar estilos de vida y restaurar la confianza, bases para el cuidado de la creación - Alfa y Omega

Erradicar las guerras, cambiar estilos de vida y restaurar la confianza, bases para el cuidado de la creación

En el mensaje para la jornada del próximo 1 de septiembre, la Conferencia Episcopal denuncia «una crisis moral profunda» y apunta a la deuda ecológica y financiera como evidencias de una «armonía rota»

Ester Medina Rodríguez
Foto de recurso de unas manos sosteniendo el brote de una planta
Los obispos han hecho público su mensaje para la Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación. Foto: Freepik.

Los obispos españoles han elegido la relación entre justicia y paz como inspiración para su mensaje de cara a la Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación que la Iglesia universal celebra el próximo 1 de septiembre. Bajo el lema Semillas de paz y esperanza en la casa común, la Conferencia Episcopal ha hecho público el mensaje de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social, en plena consonancia con el Año Jubilar iniciado por el Papa Francisco.

«La justicia y la paz no son solo ideales de fe, sino también principios prácticos para el bienestar de la sociedad», aseguran en el escrito. «La verdadera paz es el resultado de la justicia y el derecho, que reflejan la acción de Dios más allá de los esfuerzos humanos».

Los prelados recuerdan las palabras del Papa Francisco, en las que invitaba «a reflexionar sobre la importancia de la justicia entre los seres humanos y la armonía con la naturaleza, reconociendo que el bienestar humano está intrínsecamente ligado al bienestar de nuestro planeta, la casa común».

Asimismo, el mensaje reflexiona sobre la situación actual que vive el mundo: «Hoy en día, la paz está amenazada por el armamentismo, los conflictos regionales y la falta de respeto a la naturaleza», perdiendo el sentido de la dignidad humana y «aumentando el desinterés por los demás y por la tierra». La raíz de esta crisis, señalan, «no es solo técnica o política, sino una crisis moral profunda».

Los siete obispos firmantes pertenecientes a la subcomisión apuntan al concepto de la «deuda ecológica» —ya utilizado por el difunto Papa— como una clara evidencia de una armonía fragmentada. Esto se concreta, por ejemplo, en que «los países más industrializados son responsables de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación y la pérdida de biodiversidad», y también en cómo «han construido su prosperidad explotando los recursos naturales de los países en desarrollo». Una deuda ecológica que, afirman, está íntimamente relacionada con la deuda financiera que ahoga a los países empobrecidos, siendo «una gran injusticia y dos caras de la misma moneda que hipotecan el futuro».

En relación con esta deuda financiera, los obispos han vuelto a exigir una vez más la condonación, «no como un acto de generosidad, sino como un acto de justicia basado en la conciencia de los desequilibrios económicos y las desigualdades sociales».

Las tres semillas para la paz

Como respuesta, la Conferencia Episcopal recalca que «es tiempo de construir puentes de integración, trabajando por una justicia ecológica, social y ambiental entre los países ricos y los empobrecidos». Y, para ello, propone tres acciones concretas en forma de «semillas de paz».

La primera, «poner fin a la violencia y a la guerra» y acudir al grito de tantas poblaciones que sufren el dolor de las armas. La segunda, «adoptar una nueva solidaridad y cambiar los estilos de vida», donde también se refleje una «profunda renovación cultural» basada en la solidaridad. Por último, la tercera semilla de paz es «restaurar la confianza y caminar juntos», con el Jubileo como cimiento.