«En una sociedad líquida, José nos enseña la importancia de los vínculos humanos» - Alfa y Omega

«En una sociedad líquida, José nos enseña la importancia de los vínculos humanos»

El Papa ha definido a san José durante la audiencia como una «pieza fundamental en la historia de la salvación» y ha reivindicado a todos esos «hombres y mujeres» que están «en segunda línea para sostener a los demás»

José Calderero de Aldecoa
El Papa durante la audiencia. Foto: AFP / Andreas Solaro.

«La figura de José, aunque aparentemente marginal, discreta, en segunda línea, representa sin embargo una pieza fundamental en la historia de la salvación». Así lo ha asegurado el Papa durante la catequesis de la audiencia general, la segunda que dedica al santo patriarca. «A través de él, Jesús realiza el cumplimiento de la historia de la alianza y de la salvación transcurrida entre Dios y el hombre».

Además, José aparece en el Evangelio como «custodio de Jesús y de María». De esta forma, «es también el custodio de la Iglesia, porque la Iglesia es la extensión del Cuerpo de Cristo en la historia». Una labor que sigue haciendo hoy en día y que «parece querer decirnos que siempre estamos llamados a sentirnos custodios de nuestros hermanos, custodios de quien se nos ha puesto al lado, de quien el Señor nos encomienda a través de las circunstancias de la vida».

Y «una sociedad como la nuestra», que ha sido «definida “líquida” o, más bien, “gaseosa”, encuentra en la historia de José una indicación bien precisa sobre la importancia de los vínculos humanos», ha asegurado Francisco. De hecho, «nuestra vida está hecha de vínculos que nos preceden y nos acompañan» y el mismo «Hijo de Dios ha elegido la vía de los vínculos para venir al mundo».

Segunda línea

A pesar de todo esto, «José vive su protagonismo sin querer nunca adueñarse de la escena», ha subrayado el Pontífice. Es lo mismo que hacen tantos «padres, madres, abuelos y abuelas, docentes», que «muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración». Son «personas comunes», «corrientemente olvidadas», que «tejen y sostienen nuestras vidas», pero que «no aparecen en portadas de diarios o revistas».

Así José nos recuerda, ha concluido el Papa, «que todos aquellos que están aparentemente escondidos o en segunda línea tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. El mundo necesita a estos hombres y a estas mujeres, en segunda línea para sostener a los demás».