Nos enseñaron en las facultades de Periodismo, en la mayoría de los casos con buena intención, que el periodista no debía dejar huella en aras de una (imposible) objetividad. Eso quedaba, claro está, para el esforzado y meritorio oficio del plumilla o del periodista de agencia, hoy arrasados por la inteligencia artificial. Para los periodistas de firma con solera o para las grandes estrellas, nada mejor que un periodismo de autor, que hiciera todo lo posible por dejarse ver y dejar impronta. De estos últimos va En primicia, un programa de entrevistas a periodistas con renombre. De la mano de Lara Siscar, los miércoles a las 22:00 horas en La 2 de TVE, desfilan algunos de los periodistas más conocidos de España. Se está emitiendo la segunda temporada y por el escaparate han pasado ya, entre otros, Pedro Piqueras, Arturo Pérez-Reverte, Carlos Herrera, Iñaki Gabilondo o Peridis.
El programa está muy cuidado formalmente y las entrevistas aparecen arropadas por testimonios diversos que van dibujando un retrato caleidoscópico del protagonista.
Vanidad de vanidades, el formato ya de por sí tiene el riesgo de caer en la hagiografía o de convertir a los periodistas en los ombligos del mundo. Va librando el desafío como puede, en algunos casos con más fortuna que en otros, pero hay que reconocer que está bien hecho, que en general aporta y que es un programa interesante. El punto de equilibrio entre la persona y el personaje es la clave. Es el difícil equilibrio también entre el quién (que en este caso es noticia por él mismo) y el qué nos cuenta de su vida entrelazada con su profesión.
Cuando este objetivo se logra, el programa En primicia crece y consigue presentarnos a esos grandes comunicadores que todos conocemos y que, en cierto modo, son como de la familia. Cordones umbilicales, más que ombligos, gracias a los cuales varias generaciones hemos crecido unidos a los gozos y a las sombras del mundo.