En Goma «la tregua se mantiene, pero la gente tiene miedo»

La ciudad de Goma, en la República Democrática del Congo, vive una frágil calma tras semanas de combates entre el Ejército y los rebeldes del M23. El pasado 3 de febrero proclamaron un alto el fuego «por razones humanitarias». Sin embargo, la población sigue atrapada en el miedo y la incertidumbre. «La ciudad está en calma, pero la población todavía teme salir de sus casas porque la seguridad no está completamente garantizada», advierte el obispo de Goma, Willy Ngumbi Ngengele, en declaraciones a la Agencia Fides.

Por su parte, los misioneros salesianos, presentes en Goma desde 1981, coinciden en que la situación sigue siendo crítica. «La ciudad sigue en estado de excepción, sin colegios, sin seguridad, sin aeropuerto y la gente vive una gran inseguridad», relatan en un comunicado. Aunque el M23 ha instalado un «gobierno interino» y ha pedido la reanudación de las actividades normales, la realidad es que las infraestructuras han quedado gravemente afectadas.

«El cierre de muchas escuelas es otro de los síntomas de la crisis, ya que numerosos edificios educativos han resultado dañados o destruidos en los combates», señala el obispo Ngengele. Las instalaciones salesianas no han sido ajenas al conflicto. «Las aulas del centro profesional Don Bosco ITIG han sido impactadas por balas que han hecho agujeros en los techos. Además, el laboratorio de informática ha sido destruido por una bomba. No hay techo ni ordenadores», alertan los misioneros.

Pero los mayores estragos se concentran en los centros médicos: «La situación más grave es la de los hospitales, que reciben un gran número de heridos y se enfrentan a serias dificultades por la escasez de medicamentos y equipos», denuncia el obispo.

El conflicto ha dejado un saldo devastador: aunque el Gobierno no ha proporcionado cifras oficiales, las muertes podrían superar las 5.000 personas. A esto se suman los desplazamientos masivos. «El escenario vivido en Goma fue aterrador, balas y detonaciones de armas se oían por toda la ciudad», relatan los salesianos. Alrededor de un millón de desplazados internos sobreviven en condiciones precarias. «Los campos de refugiados se han cerrado y aquellos que aún disponen de un hogar están regresando a sus aldeas de origen, mientras que los que no pueden, permanecen en Goma en condiciones precarias», explica el obispo.

Ante esta crisis, una delegación de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (CENCO) ha presentado al presidente Félix Tshisekedi un proyecto de reconciliación elaborado junto con la Iglesia de Cristo en el Congo (ECC). «Ambas Iglesias han tomado la iniciativa de elaborar este proyecto para salir de la crisis, y hoy lo presentamos al jefe del Estado, quien lo ha recibido con gran atención y lo ha apreciado», ha afirmado Donatien Nshole, portavoz de la CENCO, al presentarlo.

Mientras la tregua se mantiene, la población espera. «Seguimos a la espera de los acontecimientos y vivimos una gran incertidumbre, ya que se oye que este alto el fuego no es más una parada estratégica», advierten los salesianos.