Emma. El eterno retorno de un clásico - Alfa y Omega

Emma. El eterno retorno de un clásico

Juan Orellana
Emma, interpretada por la actriz estadounidense Anya Taylor-Joy
Emma, interpretada por la actriz estadounidense Anya Taylor-Joy. Foto: Focus features.

Nos llega una adaptación de Emma, la famosa novela romántica escrita por Jane Austen y publicada en 1815. El relato cómico hace girar sus tramas en torno a los peligros de malinterpretar el romance, así como a los riesgos de tratar de conducir los afectos de los demás mientras se descuidan los propios.

Es abrumadora la presencia de las novelas de Jane Austen en el ámbito del audiovisual: el cine, los telefilmes y miniseries, incluso las webseries… A veces se trata de adaptaciones clásicas, pero otras de actualizaciones a la época actual. La fama de Austen de ser una adelantada a su tiempo, una protofeminista, y su mirada supuestamente crítica sobre instituciones tradicionales, como el matrimonio o las jerarquías sociales, le han ganado las simpatías de los creadores de modas culturales, especialmente en la industria audiovisual.

Si nos centramos en Emma, concretamente en sus adaptaciones más reconocidas, nos encontramos con que, aparte de la que se estrena este viernes, destaca la de 1996, dirigida por Douglas McGrath e interpretada por Gwyneth Paltrow. Pero es en el ámbito de las miniseries donde han triunfado más versiones, como las dos producidas por la BBC, una en 1972, protagonizada por Doran Godwin, y otra en 2009, interpretada por Romola Garai. Y no podemos olvidarnos de la miniserie que en 1996 protagonizó Kate Beckinsale. Cada una de estas películas o series aporta su particular puesta en escena, sus subrayados, e inevitablemente, en todas se nota –al tratarse de una historia de época–, el mayor o menor dinero invertido.

Si nos detenemos en la presente Emma, hay que empezar señalando que, aunque es una cinta británica, está dirigida por la fotógrafa estadounidense Autumn de Wilde, que debuta en el largometraje tras una larga trayectoria como cortometrajista. Pero lo más significativo, cómo no, es saber quién interpreta a Emma. Se trata de Anya Taylor-Joy, una actriz muy singular de 24 años, de Florida, con un rostro nada corriente, arriesgado, y cuyo físico le ha encasillado en cintas de terror, ciencia-ficción o películas inquietantes en general. Pero en Emma demuestra que ella se puede desenvolver perfectamente en cualquier género, incluso en la comedia dramática de época, algo nada fácil de lograr. Es elegante y misteriosa, y es capaz de expresar sentimientos igual que reprimirlos.

La película sigue con bastante fidelidad el relato original, como casi todas las versiones, pero en esta destaca el sentido del humor, muy british, siendo el veterano actor Bill Nighy, que encarna al padre de Emma, uno de los que más sonrisas nos arranca. La ambientación es muy brillante, a cargo de la diseñadora Kave Quinn, así como el vestuario de Alexandra Byrne y la fotografía. Con un equipo formado en su mayoría por mujeres, con la directora y la guionista a la cabeza, la película no es más feminista de lo que pueda serlo la novela, ni parece sucumbir en flirteos ideológicos anacrónicos. Amor y lujo: combinación perfecta para una película familiar en tiempos de miedo e incertidumbre.

Emma
Director:

Autumn de Wilde

País:

Reino Unido

Año:

2020

Género:

Comedia

Público:

Todos los públicos

Cartel de 'Emma'