El Vaticano autoriza una Misa específica para implorar el fin de la pandemia
Publica un formulario con textos para la Eucaristía que podrá celebrarse cualquier día excepto las solemnidades y los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, los días de la octava de Pascua, la conmemoración de todos los fieles difuntos, el Miércoles de Ceniza y las ferias de Semana Santa
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha publicado un nuevo decreto por el que se autoriza la celebración de una Misa específica —y aprueba textos ad hoc— para pedir a Dios que se acabe esta crisis sanitaria.
«En estos días, en los que el mundo entero está gravemente afectado por el COVID-19, han llegado a este dicasterio muchas peticiones para celebrar una Misa específica, a fin de implorar a Dios el final de esta pandemia», recoge el decreto, firmado por el prefecto, el cardenal Robert Sarah.
Así, se podrán celebrar estas Eucaristías durante todo el tiempo que dure la pandemia con algunas excepciones: las solemnidades y los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, los días de la octava de Pascua, la Conmemoración de todo los fieles difuntos, el Miércoles de Ceniza y las ferias de Semana Santa.
«No temerás la peste que se desliza en las tinieblas (Salmo 90). Estas palabras del salmista invitan a tener una confianza en el amor fiel de Dios, que no abandona jamás a su pueblo en el momento de la prueba», se afirma en el documento.
Las diferencias con respecto a otra Eucaristía se sustancia en la oración colecta, al inicio de la misma; la oración sobre las ofrendas; la oración después de la comunión; y la oración sobre el pueblo, al final. También propone una serie de lecturas para la liturgia de la Palabra, entre las que destaca el Evangelio, el mismo que se proclamó en la oración del Papa Francisco el pasado viernes en la plaza de San Pedro.
Oración del Viernes Santo
Además de este, la congregación ha aprobado otro decreto en el que se propone una especial intención para la oración universal que se hace en la celebración de la Pasión del Señor, el Viernes santo.
«Oremos también por todos los que sufren las consecuencias de la pandemia actual: para que Dios Padre conceda la salud a los enfermos, fortaleza al personal sanitario, consuelo a las familias y la salvación a todas las víctimas que han muerto», se pedirá.
Y continuará el sacerdote presidente de la celebración: «Dios todopoderoso y eterno, singular protector en la enfermedad humana, mirar compasivo la aflicción de tus hijos que padecen esta pandemia; alivia el dolor de los enfermos, da fuerza a quienes los cuidan, acoge en tu paz a los que han muerto y, mientras dura esta tribulación, haz que todos puedan encontrar alivio en tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén».