El único hospital pediátrico de Haití se resiste a echar el cierre
Cada mañana, el personal del Saint Damien realiza un amargo triaje en el que prioriza a qué niños pueden curar y a cuáles no
«El cáncer es una enfermedad grave que requiere un tratamiento especializado y, sin esta atención, los niños que lo sufren morirán de manera prematura», reveló la doctora Pascale Gassant, directora del hospital pediátrico Saint Damien de Haití, el único de este tipo en el país, durante un encuentro con periodistas el 3 de abril en el que estuvo presente Alfa y Omega. El objetivo de esta comparecencia, organizada por la Fundación Nuestros Pequeños Hermanos —que sostienen el centro económicamente—, fue la recaudación de fondos para mantener viva esta iniciativa de cara al próximo 7 de abril, Día Mundial de la Salud.
El hospital pediátrico Saint Damien de Haití sigue en funcionamiento a pesar de la violencia y crisis socioeconómica que experimenta este país caribeño, en el que un grupo armado asaltó el 2 de marzo la prisión de Puerto Príncipe y liberó a 3.700 presos que han extendido la lucha a las calles. Cada día, a las 6:30 horas, el centro sanitario abre sus puertas y realiza un amargo triaje en el que se enfrenta a la decisión de a qué niños aceptar en función de la evolución y urgencia del cáncer que padezcan y la posibilidad de ayudarles o no.
«Damos quimioterapia adaptada a sus necesidades, hacemos cirugía para los tumores sólidos y ofrecemos servicios de apoyo social», explicó durante su comparecencia ante los medios la doctora Gassant. Añadió que en su contexto «dar radioterapia es un poco difícil, porque aún no existe en Haití y los pacientes son enviados a otros lugares». En los casos más críticos y avanzados, «estamos brindando cuidados paliativos a los niños que no tienen la posibilidad de ser curados».
Pascale Gassant reconoció que, «incluso en tiempos normales», su hospital «enfrenta desafíos constantes». Los atribuyó a «diversos factores» como «restricciones presupuestarias, problemas logísticos y escasez de personal». Una precariedad siempre latente que, «con la situación actual, caracterizada por los disturbios políticos y desastres naturales, ha empeorado».
Con todo, la directora matizó que, «a pesar de estos obstáculos, nuestro equipo está muy dedicado, comprometido y siempre trabajamos buscando estrategias y soluciones alternativas para optimizar el uso de los recursos disponibles».
Además de ofrecer en total 50.000 servicios médicos cada año en Haití, uno de los centros vinculados al hospital Saint Damien —las instalaciones de Saint Anne— ha ayudado a más de 40 familias a abandonar Puerto Príncipe y reunirse con sus parientes en regiones del resto del país menos afectadas por la violencia.