El último duelo. La fuerza de la certeza moral - Alfa y Omega

El último duelo. La fuerza de la certeza moral

Juan Orellana
Jean de Carrouges (Matt Damon) y su mujer, Marguerite de Thibouville (Jodie Comer), se enfrentan a un viejo amigo por un abuso. Foto: 20Th Century Studios

A principios de los años 80 el director Ridley Scott era uno de los niños bonitos de Hollywood, con películas como Los duelistas, Alien o Blade Runner. Comenzó una carrera irregular con grandes éxitos de taquilla, como Thelma & Loiuse y Gladiator, alternados con películas menos populares o fallidas. Este otoño nos llegan de golpe dos títulos dirigidos por Scott, el primero de los cuales, del que nos ocupamos esta semana, ya está en cartelera. El último duelo se inspira en la historia real que se relata en la novela The last duel: a true story of trial by combat in medieval France, publicada por Eric Jager en 2004. El libro recoge la historia judicial del duelo que, en diciembre de 1386, enfrentó al caballero normando Jean de Carrouges con Jacques Le Gris, al que acusó de haber violado a su mujer, Marguerite de Thibouville. La novedad del asunto estriba en lo extraordinario de que en aquella época una mujer se atreviera a denunciar a un caballero de semejante delito, sin más prueba que su palabra. Lo normal es que, si una mujer era violentada por un noble, se fuera a la tumba con su secreto. Es precisamente en esto en lo que la Fox y Ridley Scott descubrieron un asunto de enorme actualidad. En los tiempos en los que se ha desatado la caza de brujas contra presuntos acosadores y abusadores, y en los que basta la acusación verbal de una mujer para arrastrar por el fango al supuesto victimario, lo sea o no, esta película pone sobre la mesa lo espinoso del tema y lo confuso que resulta a veces el camino hacia la verdad.

Para ello, los guionistas Ben Affleck, Matt Damon y Nicole Holofcener han optado por recurrir al esquema narrativo que usó Kurosawa en Rashomon para un argumento similar: contar la historia tres veces, pero cada una desde la perspectiva subjetiva de cada de uno de los protagonistas, en este caso Jacques Le Gris (Adam Driver), Jean de Carrouges (Matt Damon) y Marguerite de Thibouville (Jodie Comer), cuya versión es la que el cineasta ofrece como cierta. Las tres historias son casi iguales, pero ofrecen matices en los que reside la diferencia moral de cada una.

La cuestión es que cuando el marido de Marguerite da crédito a su esposa y lleva a su antiguo amigo Le Gris a los tribunales, se decide que se batan en duelo de forma que el vencedor se considerará el portador de la verdad, ya que Dios se pondrá de parte del inocente. Si Carrouges muere, su mujer será ejecutada cruelmente acusada de falso testimonio contra un caballero. Por tanto Carrouges se juega la vida y el honor –tan importante para un caballero medieval– por la certeza moral de que su mujer dice la verdad.

La película está rodada con fuerza, su guion atrapa desde el principio y la puesta en escena es brillante y directa. La secuencia del duelo es realmente brutal y desde luego no apta para los más pequeños, pero cinematográficamente es de lo más impactante, y en ella despliega Scott toda su veteranía. Una interesante película, pero no para cualquier estómago.

El último duelo
Director:

Ridley Scott

País:

Estados Unidos

Año:

2021

Género:

Drama

Público:

+16 años