El testimonio de los agentes de pastoral asesinados
Hagamos presente el Evangelio. El sufrimiento y la muerte, aunque a veces lo parezca, no van a tener la última palabra
En 2021 fueron asesinados 22 agentes de pastoral en todo el mundo, según el informe anual de la agencia Fides hecho público la semana pasada. La lista de víctimas, todas ellas personas católicas comprometidas de alguna manera en la actividad pastoral, la conforman 13 sacerdotes, seis laicos, dos religiosas y un religioso, principalmente de África (once) y América (siete).
Aunque no hay demasiada información sobre buena parte de los casos y otras situaciones similares ni siquiera se han podido rastrear, como señala la propia agencia, estos creyentes hicieron verdad el mandato del Señor de proclamar el Evangelio y dieron «testimonio de su fe en contextos de violencia, de conflicto social, de desigualdad, de explotación y de degradación moral y ambiental». Se sabían hijos de Dios y velaron por la dignidad de sus hermanos; entregaron Amor en mayúsculas sin importar las consecuencias, convirtiéndose así también en «semilla de esperanza».
Su testimonio resuena de manera especial este jueves, 6 de enero, en la solemnidad de la Epifanía del Señor, cuando se celebra el Día de los Catequistas Nativos y del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME). En esta jornada se recuerda precisamente que la misión es «tarea de todos», que sacerdotes, religiosos y laicos hemos de hacer presente el Evangelio allá donde este estemos, no sin dificultades. Hagámoslo con la confianza de que el sufrimiento y la muerte, aunque a veces lo parezca, no van a tener la última palabra.
Con oración y discernimiento, algunos fieles, por ejemplo, sentirán la llamada a ser catequistas y, desde ahora, además, podrán ser instituidos como tales por su obispo durante una celebración litúrgica. En una de las fórmulas del nuevo ritual se les anima, precisamente, a proclamar la verdad y el amor de Cristo con la vida, los comportamientos y las palabras. Debería interpelarnos a todos.