El seminario de Tarazona acogerá a otros 50 refugiados ucranianos
Cinco vecinos del municipio han volado hasta Varsovia y volverán en autobús junto a medio centenar de personas. «Nos preguntaron si podíamos continuar ayudando porque los recursos de acogida en la frontera están saturados», explica uno de los promotores del viaje solidario
Miguel Taus descuelga el teléfono desde el mismo aeropuerto de Varsovia. Atiende a Alfa y Omega mientras trata de alquilar una furgoneta con la que se moverá estos días por Polonia junto a otros cuatro voluntarios de Tarazona. Todos ellos han llegado al país dispuestos a traerse a una cincuentena de refugiados, para lo que han tenido que contratar un autobús.
No es el primer viaje humanitario que realizan. Ya en el mes de marzo, el día 9, viajaron hasta la frontera con Ucrania en un convoy compuesto por tres camiones, nueve furgonetas y 18 voluntarios. Junto a ellos, llegaron 62 refugiados que fueron acogidos en el Seminario de la Inmaculada, de Tarazona, después de que la Iglesia lo ofreciera para acoger, en colaboración con el Ayuntamiento, a quienes lo han perdido todo a causa de la guerra.
De hecho, este segundo convoy ha surgido por culpa del primero. «Nuestro contacto en Polonia, que nos ayudó con toda la organización de la primera caravana solidaria, nos preguntó si podíamos continuar ayudando porque los refugiados seguían llegando y los recursos de acogida en la frontera estaban saturados», explica Taus.
Y como en la primera ocasión, este vecino turiasonense no se lo pensó dos veces y ha vuelto a recorrer los casi 3.000 km. que separan Tarazona de Varsovia para continuar con esta labor solidaria. «Con la ayuda para el alojamiento que tenemos gracias al Obispado y al Ayuntamiento, los que formamos parte de esta iniciativa privada hemos decidido venir y traernos de vuelta a todos los refugiados que entren en el autobús».
Los cinco voluntarios, entre los que hay dos sanitarios, han llegado este lunes a Varsovia. Este martes, 26 de abril, tienen previsto trasladarse hasta el centro de refugiados, donde les espera su contacto. Y ya el miércoles 27 emprenderán el camino de vuelta a casa, donde esperan llegar el 1 de mayo como tarde. Una vez que recalen en el municipio aragonés, los refugiados serán trasladados al seminario local, donde todavía permanecen 49 ucranianos. «De los primeros que trajimos, algunos se han recolocado en otros lugares y han llegado otros gracias a ACCEM o algunos reagrupamientos familiares que hemos hecho», detalla Miguel Taus. En total, un centenar de personas serán acogidas en el edificio en el que antes se formaba a los futuros sacerdotes.
Ante esta nueva aventura solidaria, que también ha sido posible gracias a los donativos que en su día aportaron los vecinos de la localidad, «el obispo [Eusebio Hernández Sola] nos ha animado enormemente. Nos ha dicho que nosotros éramos los valientes que estábamos haciendo todo, pero que contáramos con su ayuda al cien por cien», concluye el voluntario.