El santuario mariano más antiguo de Madrid entra en la Lista Roja de Hispania Nostra - Alfa y Omega

El santuario mariano más antiguo de Madrid entra en la Lista Roja de Hispania Nostra

Se trata de la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza, situada en Torrelaguna, que se encuentra en «un pésimo estado de conservación»

Redacción
Ermita de la Cabeza. Foto: Hispania Nostra.

La ermita de Nuestra Señora de la Cabeza (Torrelaguna), considerada como el santuario mariano más antiguo de la Comunidad de Madrid, ha entrado en la Lista Roja de Hispania Nostra —que recoge más de 1.100 monumentos españoles que están en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores— junto con la fábrica de aceite de Morata de Tajuña.

Ambos monumentos «se encuentran en un pésimo estado de conservación, han perdido multitud de elementos originales y han sido vandalizados y expoliados», advierten desde la asociación con el propósito de que se pueda revertir esta situación.

De la ermita de la Cabeza de Torrelaguna, que tiene su origen en época preislámica, «solo han llegado a nuestros días sus ruinas» y los restos de la casa del ermitaño, que se encuentra en las proximidades.

En la Edad Media era propiedad de la Orden del Temple, pasando posteriormente a manos al Arzobispado de Toledo y siendo otorgada a la Orden del Císter de Malacuera. En 1511, fue cedida a los franciscanos de Torrelaguna.

Cuatro siglos después, la III Asamblea Nacional de Hermandades la declaró santuario nacional de peregrinación campesina. En ese momento, se decidió reconstruir; algo que, sin embargo, no llegó a realizarse. En 1976 dejó de pertenecer a la Iglesia y fue vendida a un particular.

La fábrica de aceite de Morata, en las afueras de la localidad, es un edificio de planta rectangular, con tejado a dos aguas y de una sola planta. Está realizado en mampostería y ladrillos. En el interior, un zócalo de azulejos blancos recorre las paredes del edificio. No existen elementos ornamentales, siendo una arquitectura funcional sencilla. Sobre la puerta de acceso se halla incrustado un cartel de cerámica blanca con letras azules que reza «Fábrica de aceites».