El Santo Padre desgrana las cinco características de la misión «universal» del Mesías - Alfa y Omega

El Santo Padre desgrana las cinco características de la misión «universal» del Mesías

En la Eucaristía de este domingo, que ha clausurado el Jubileo de la Comunicación, Francisco ha recordado que el Evangelio «nos lleva a un compromiso social» y «quiebra el yugo de la opresión»

Ester Medina Rodríguez
En el Domingo de la Palabra de Dios, el Papa instituyó a 40 nuevos lectores
En el Domingo de la Palabra de Dios, el Papa instituyó a 40 nuevos lectores. Foto: Vatican News.

En este Domingo de la Palabra de Dios, el Papa Francisco ha presidido la Eucaristía en la basílica de San Pedro, con la que además se ha clausurado el Jubileo de la Comunicación, un evento que ha reunido este fin de semana en Roma a centenares de periodistas y comunicadores de todo el mundo. «Una feliz coincidencia», así ha catalogado el Santo Padre la unión de estas dos festividades.

«Él es la Palabra viviente, en la que todas las Escrituras encuentran pleno cumplimiento. Y nosotros, en el hoy de la liturgia, somos sus contemporáneos. Llenos de estupor, abramos el corazón y la mente para escucharlo», ha explicado en su homilía. Además, ha querido hacer hincapié en la palabra estupor: «cuando sentimos y escuchamos la palabra de Dios, debe llegar al corazón, porque ella siempre nos da estupor, entra en el corazón y nos renueva». Por eso, ha insistido en su recomendación de llevar un pequeño nuevo testamento siempre en el bolsillo o en el bolso, para tenerlo a mano durante el día, poder leer una o dos citas y así estar en permanente contacto con el Señor.

Asimismo, el Pontífice ha reflexionado sobre las cinco acciones que caracterizan «la misión única y universal del Mesías». En primer lugar, es enviado «para llevar la buena noticia a los pobres», es decir, que el Evangelio «nos llama a la caridad, a condonar las deudas del prójimo y a un compromiso social». En segundo lugar, «anuncia la liberación a los cautivos», y por eso «nos redime de toda culpa y libera nuestro corazón de toda cadena interior». Como ha expresado Francisco, la fuerza del Espíritu «nos llama a ser testigos apasionados de paz, solidaridad y reconciliación».

Eucaristía este domingo en la basílica de San Pedro. Foto: Vatican News.

La tercera acción es «dar la vista a los ciegos». Por eso, el Mesías abre los ojos de nuestro corazón «a menudo deslumbrado por la fascinación del poder y de la vanidad que hacen invisibles a los débiles y a los que sufren». En cuarto lugar, «da la libertad a los oprimidos», que nos llama a la «conversión del corazón, a la honestidad del pensamiento y a la perseverancia en la prueba». Por último, el Papa ha explicado que Jesús es «enviado a proclamar un año de gracia del Señor», que también es un llamamiento a la acogida y a la comunión.

Durante toda su intervención, el Santo Padre ha explicado cómo la Palabra de Dios «nos redime del mal, ilumina nuestros ojos, quiebra el yugo de la opresión y nos hace entrar en el júbilo de un tiempo y de una historia en los que Él se hace presente». En un mundo plagado de guerras, injusticias, dolor y muerte, ha asegurado que estas «no tendrán la última palabra sobre los pueblos de la tierra y sobre nuestra historia».

Durante toda la ceremonia han estado presentes 40 hermanos de muchas partes del mundo para recibir el ministerio de lectores. Antes de proceder al rito, el Pontífice ha querido insistir: «No olvidemos que el Señor es cercano, misericordioso y compasivo. Es el estilo de Dios. Comprometámonos a llevar la buena noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos, a dar la vista a los ciegos y a proclamar un año de gracia del Señor. Entonces transformaremos el mundo conforme a la voluntad de Dios, que lo ha creado y redimido por amor».