El san Dimas de la ACdP para vivir la Pascua
La Asociación Católica de Propagandistas propone el testimonio de conversión de un traficante de drogas para celebrar la Resurrección
«Me llamo Ángel López y soy una persona normal»: así comienza el testimonio de conversión que está difundiendo estos días en redes sociales la Asociación Católica de Propagandistas para vivir la Semana Santa y la Pascua.
La vida de Ángel se torció cuando de joven «me vi transportando droga. Llevaba un nivel de vida alto y necesitaba dinero para cubrir deudas». Hizo un viaje internacional pero «me cogieron» y al final le condenaron a doce años en las cárceles de Perú.
«Conocí sitios terribles, no me importaba morir», confiesa, hasta que un día, mientras cumplía condena, se encontró por azar con una procesión en el centro penitenciario donde estaba preso. «Vi un chaval con la cruz a cuestas y eso me impresionó. “¿Este tío qué hace con eso ahí?”, me pregunté, y enseguida comencé a llorar». Hoy, ya fuera de prisión y con la condena pagada, atestigua que «he conocido a Dios y se me ha quitado una carga increíble».
El testimonio de Ángel es el eje de la campaña de Pascua de la ACdP, que lleva por título Ten esperanza, un ladrón se salvó, que se completa con un cartel distribuido en 400 marquesinas y anuncios en paradas de Metro de más 40 ciudades españolas. Junto a ello, en la ciudad de Málaga ha colocado estos días en las marquesinas las estaciones de un vía crucis con un código QR que enlaza a los textos que propone el Vaticano para esta oración.
Pablo Velasco, secretario nacional de comunicación de la ACdP, explica que «queríamos mandar un mensaje y unas palabras para el momento más importante del año, la Resurrección».
En un tiempo en el que prima la comunicación digital, «muy buena e imprescindible», la ACdP quiere «llevar a las calles y a las aceras unas palabras muy sencillas, llenas de esperanza y muy necesarias en estos tiempos de miedo y de tanto sufrimiento».
Esta nueva campaña se une a otras recientes de la asociación sobre la ley de eutanasia, la Navidad o el día de la mujer, y responde a que «el apostolado nos urge», ya que «queremos llevar nuestro contenido a todo el que pase por la calle», señala Velasco.
«Los mensajes que nos llegan son muy positivos, la gente está muy agradecida, y si alguien no ha compartido nuestro enfoque eso ha dado pie a conversaciones que al final han resultado muy interesantes», abunda.
Ahora, con esta campaña de la Resurrección, «estamos ofreciendo lo mejor que podemos dar a los demás», concluye el secretario de comunicación de la ACdP, «la promesa más potente que nadie haya recibido: la muerte está vencida».