El sacerdote agredido en Málaga es dado de alta
Recibió un puñetazo que lo dejó inconsciente y al caer desplomado se golpeó contra el suelo
El sacerdote de Málaga que permanecía hospitalizado a causa de una agresión ya ha recibido el alta y se encuentra descansando en su casa. Salvador Gil, párroco de la Amargura, apenas ha pasado 24 horas en el centro médico, un tiempo en el que ha disminuido el derrame que sufrió en la cabeza durante el ataque.
No obstante, el presbítero deberá guardar reposo después de recibir un puñetazo que lo dejó incosciente. Tras el impacto, Gil se desplomó sobre el suelo dándose un segundo golpe en la cabeza. Sin emgargo, a pesar de la brutalidad del suceso, que causó «alarma en la ciudad y, especialmente, en la comunidad cristiana», todo parece haber quedado en un gran susto.
La agresión se produjo el lunes. Los dos sacerdotes, Ángel Criado y Salvador Gil -párrocos de El Salvador y de la Amargura, respectivamente-, regresaban de cenar tras la charla cuaresmal que el primero había impartido en la parroquia del segundo. Eran las 22:55 horas aproximadamente.
Entonces, según el relato de Criado, «un varón de unos 35 años, corpulento, se acercó y, al grito de “estoy harto de los masones”, se abalanzó sobre nosotros». Los presbíteros se encontraban en la plaza San Juan de la Cruz, donde tenían previsto recoger el coche.
Tras el ataque, el agresor huyó del lugar del crimen y varios viandantes se acercaron para socorrer al herido. Según Criado, la agresión «parece fortuita a primera vista pues ninguno de los dos conocía al agresor y ninguno de los dos vestía en ese momento el clergyman, por lo que descartamos en principio que el motivo fuera nuestra condición de sacerdotes».