El regalo de Vasile para el Papa - Alfa y Omega

El regalo de Vasile para el Papa

María Martínez López
Ilustración: Asun Silva.

La vida de Vasile no ha sido fácil. Tiene 10 años, no tiene madre, y vive con su hermana en una hogar de acogida. Sin embargo, es feliz y está lleno de esperanza. Prueba de ello es la carta que le ha escrito al Papa Francisco, a quien pudo saludar el pasado 4 de septiembre. Vasile era el portavoz de otros muchos niños de 42 países, que han participado en la iniciativa Los niños de Europa hablan al Papa Francisco. Los obispos de Europa pidieron a estos niños chicos que escribieran una carta o hicieran un dibujo para el Papa, y con ellos se ha hecho un libro que le han regalado.

El obispo que lo ha coordinado todo, monseñor Duro Hranic, de Croacia, cuenta que, aunque muchos de estos niños tienen historias difíciles como la de Vasile, las «llevan adelante con confianza y esperanza en el futuro», porque saben que son queridos por «personas que les han acogido en sus dificultades y que reflejan el verdadero amor de Cristo». El gran testimonio que pueden dar al mundo es «la certeza de que es posible abandonarse al amor paterno de Dios», de quien recibimos todo como un regalo porque sabemos que nos quiere y nos cuida.

«Te llamaré padre»

Querido Papa Francisco: Mi hermana me ha dicho que debo llamarte Papa porque eres una persona importante, pero no sé lo que significa, así que te llamaré padre. Para mí y mi hermana, mi mamá era una persona importante como tú, incluso si éramos una familia pobre, aquí en Moldavia. Ahora mamá ya no está aquí, porque unas personas malvadas le hicieron cosas malas. Pero quiero decirte que cada día vengo a comer a un comedor que tiene tu nombre: Papa Francisco. Te mando una foto mía en el comedor, porque un sacerdote nos cogió de la calle donde estábamos viviendo en Chisinau, nos dio un hogar donde podemos dormir y comer lo que se cocina en tu casa. Pone Papa Francisco, así que esta casa es tuya. Soy feliz, a pesar de que se llevaran a mi mamá, porque encontré un hogar, tu comedor; muchos amigos, este sacerdote y todos vivimos bien juntos, vamos al colegio, estamos limpios y también tengo una bici. Papa Francisco, ¿puedes por favor mandarme una foto tuya, para que pueda ponerla donde duermo y pueda decir que también tengo un padre? Prometo que si me mandas una foto haré los deberes. Los sábados, este sacerdote nos habla de Dios y me gusta, luego cantamos, jugamos y comemos pizza en tu cocina. Papa Francisco, quiero darte un regalo: he hecho una crucecita para ti. Ves, hay un niño en la cruz que está sonriendo porque el sacerdote siempre nos dice que, incluso cuando uno está sufriendo, hace falta sonreír. Adiós, Papa Francisco:

Vasile

Cartas de Clément, de Dominika, de Daniela…

La iniciativa Los niños de Europa hablan al Papa Francisco nació después de que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fuera elegido como Papa. Los obispos de Europa pensaron que, siendo de otro continente, quizá no conociera muy bien el nuestro; pero no querían describírselo sólo con sus propias palabras. Por eso, se les ocurrió pedirles a los niños de varias ciudades que escribieran al Papa y le hablaran de su vida. Entre ellos están Clément, de ocho años, que vive en Francia. En vez de una carta, le ha mandado al Papa una invitación para que le visite, con un mapa dibujado y todo. También escribe al Papa una niña polaca, Dominika, de seis años, que sólo le cuenta una gran noticia: ¡va a tener un hermanito o hermanita! Daniela (12 años) es la sexta de siete hermanos, de una familia italiana que vive en Turquía, y le dice: «Espero que vengas a Estambul y así tendremos una Eucaristía juntos».