El que pierda su vida por mi causa la salvará - Alfa y Omega

El que pierda su vida por mi causa la salvará

Jueves después de Ceniza. Tiempo de Cuaresma / Lucas 9, 22-25

Carlos Pérez Laporta
'Jesús cae bajo la cruz'. James Tissot. Museo de Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos)
Jesús cae bajo la cruz. James Tissot. Museo de Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos).

Evangelio: Lucas 9, 22-25

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».

Entonces decía a todos:

«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?».

Comentario

Jesús «tiene que padecer mucho, […] ser ejecutado y resucitar al tercer día». ¿Qué significa esa necesidad? ¿Cómo es que Jesús «tiene que» hacer algo?

Es la necesidad divina. Es la necesidad del Amor. Jesús «tiene que» pasar todo eso porque ama al Padre. Y dejaría de ser Él mismo, dejaría de ser libre, si dejara de amar. Es libre al ejecutar la necesidad del amor, empujado por su amor. No hay más libertad que la obligación del amor, que se asume libremente para amar.

Por eso, dice Jesús que «el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?». No hay nada que podamos hacer por nuestra cuenta que pueda salvar nuestra vida. No hay nada fuera del amor. La vida se salva en el Amor: solo si vivimos del amor eterno nuestra vida queda salvada, y quien quiera vivir de ese amor tendrá que vivir amando, entregando su vida por amor. Para salvar la vida tenemos que amar, y así dejarnos amar por Dios.