El presente de la Iglesia es ghanés - Alfa y Omega

Se llaman Sampson Boateng y Emmanuel Kwaku. Llegaron en una zodiac a Motril en 2011. Ambos de origen ghanés, se conocieron en Marruecos, durante la dura travesía hasta llegar a España. Emmanuel estuvo viviendo en la calle tras cumplir 18 años. Enfermó y pasó tres meses ingresado. Fue a la salida del hospital, una noche fría de diciembre, durante la Misa de Gallo, cuando entró con su única mochila al resguardo de la iglesia del Sagrario, aledaña a la catedral de Granada. Allí conoció a don Juan, el párroco. Al día siguiente le invitó a un café que les unió para siempre. El sacerdote se encargó de cuidar de Emmanuel y de su amigo Sampson. Consiguió trabajo para ellos limpiando parroquias. Cerrándolas y abriéndolas. Es en la misma iglesia del Sagrario de aquella noche navideña donde hoy los encuentras acolitando, sonriendo al pasar el cepillo, saludando a la salida de la Eucaristía, atrayendo a todo aquel que busca una sonrisa de luz en medio del ajetreo turístico. En la misma iglesia donde Sampson se bautizó y donde lo hicieron sus hijos mayores Ana María y Juan Antonio —se llama así por don Juan, que además es su padrino—. El tercero acaba de llegar. Es Sampson junior.