El Papa aplaude el acuerdo sobre la delimitación de la frontera entre Tayikistán y Kirguistán
En el ángelus ha reflexionado sobre la parábola del hijo pródigo y ha invitado a vivir la Cuaresma y el Jubileo como «tiempos de sanación»
En el texto del ángelus de este último domingo de marzo, el Papa Francisco ha vuelto a hacer un contundente llamamiento a la paz y al «diálogo constructivo», especialmente en Sudán del Sur, cuyo conflicto sigue «con mucha preocupación». «Renuevo mi más sincero llamamiento a todos líderes para que hagan todo lo posible por rebajar la tensión en el país. Debemos, con valentía y responsabilidad, sentarnos en torno a una mesa e iniciar un diálogo constructivo». Solo mediante esa actitud «será posible aliviar el sufrimiento del querido pueblo sursudanés y construir un futuro de paz y estabilidad», ha señalado el Pontífice.
Además, ha denunciado que «la guerra sigue cobrándose la vida de víctimas inocentes» y ha instado a las partes «a que antepongan la protección de las vidas de sus hermanos civiles» y sean capaces de retomar las negociaciones con vistas a «una solución duradera». También en países como Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, República Democrática del Congo o Myanmar, «que también sufre mucho por el terremoto» y a quienes envió un telegrama de afecto tras la tragedia.
En la catequesis, el Santo Padre ha reflexionado sobre el Evangelio de Lucas en el que narra la parábola del hijo pródigo. «Así Jesús revela el corazón de Dios: siempre misericordioso con todos; cura nuestras heridas para que podamos amarnos como hermanos», ha apuntado.
El Papa ha definido, no solo la Cuaresma sino también el Jubileo, «como tiempos de sanación», y ha invitado a todos los fieles a vivirlos como tal. Aún en su convalecencia, ya en la residencia de Santa Marta y después de su ingreso hospitalario, ha expresado que «la fragilidad y la enfermedad son experiencias que todos tenemos en común» y lo ha relacionado con su experiencia propia. «Yo también estoy viviendo estos tiempos así, en mi alma y en mi cuerpo. Por eso agradezco de corazón a todos los que, a imagen del Salvador, son instrumentos de curación para el prójimo con su palabra y con su saber, con el afecto y con la oración».
Por último, Francisco también ha destacado en su mensaje el acuerdo sobre la delimitación de la frontera entre Tayikistán y Kirguistán. Lo ha calificado como «un hecho positivo» y ha asegurado que «representa un excelente resultado diplomático. Animo a ambos países a seguir por este camino».