El Papa y el primer ministro de Irak abordan cómo proteger la presencia cristiana

El Papa y el primer ministro de Irak abordan cómo proteger la presencia cristiana

Los cristianos en Irak «pueden aportar una contribución significativa al bien común», pero hay que «garantizarles los mismos derechos y deberes que a los demás»

Redacción
El primer ministro de Irak saluda al Papa a su llegada a la audiencia
El primer ministro de Irak saluda al Papa a su llegada a la audiencia. Foto: AFP / Vatican Media.

El Papa Francisco ha recibido este viernes al primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, con quien trató de la necesidad de «promover la cultura del diálogo nacional» y, sobre todo, de «proteger la presencia histórica de los cristianos» en Irak «con medidas legales adecuadas». El encuentro ha tenido lugar cuatro meses después del histórico viaje del Pontífice a ese país.

Francisco y Al Kazemi se reunieron durante 30 minutos en la Biblioteca Vaticana, tras lo cual el mandatario iraquí se encontró con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y con Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, según ha explicado la Santa Sede en un comunicado que recoge Efe.

Entre los temas más destacados se abordó «la importancia de proteger la presencia histórica de los cristianos en el país con medidas legales adecuadas y la contribución significativa que pueden aportar al bien común, subrayando la necesidad de garantizarles los mismos derechos y deberes que a los demás ciudadanos».

Fe en medio del califato

En un gesto cargado de simbolismo, Al Kazemi regaló al Pontífice una reproducción en cuero de La Última Cena de Leonardo Da Vinci realizada por una mujer iraquí durante el tiempo que permaneció esclavizada por el Dáesh, así como una cruz de madera procedente de la iglesia de San Adday en Karemlesh, quemada y arrasada por los yihadistas.

Por su parte Francisco le entregó un obra de bronce inspirada en la paz, su mensaje por la paz y el documento de la Fraternidad Humana, así como sus encíclicas Laudato si y Fratelli tutti en árabe e inglés.

En el encuentro también hablaron de la situación regional, «constatando los esfuerzos realizados por el país, con el apoyo de la comunidad internacional, para restablecer un clima de confianza y convivencia pacífica». Francisco visitó Irak del 5 al 8 de marzo en un viaje considerado histórico, pues se reunió con el gran ayatolá Ali al Sistani, líder de los chiitas en la ciudad sagrada Nayaf, lo que supuso un paso crucial en las relaciones entre islam y el Vaticano.