El Papa visita a los niños ucranianos heridos de guerra ingresados en el Bambino Gesù
El centro pediátrico del Vaticano ha tratado ya a 50 pequeños desde que comenzó la invasión. Ahora hay 19 ingresados, algunos heridos por la metralla y las bombas
A los pocos días del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, el hospital infantil del Papa Francisco se puso manos a la obra y, de acuerdo con el Ministerio del Interior Italiano y la Cruz Roja Internacional, preparó un plan para recibir en Roma a niños enfermos y heridos evacuados de Ucrania. El Santo Padre fue informado sobre el dispositivo que, en un primer momento, consistía en 20 camas especiales para pacientes oncológicos. Pero el hospital pediátrico del Papa se abrió de par en par para acoger a cualquier pequeño que lo necesitara. El primero llegó a la semana de estallar la guerra. Se trataba de un niño con un problema grave de salud al que la propia familia trasladó hasta Italia.
Desde entonces, unos 50 niños ucranianos han pasado ya por estas instalaciones que el Papa Francisco ha visitado este sábado. A las cuatro de la tarde ha llegado al hospital pediátrico para saludar y bendecir a estos pequeños acompañados por algún miembro de su familia. Ahora hay 19 niños ingresados. Algunos están enfermos de cáncer, otros padecen alguna patología neurológica y también han llegado cuatro niñas con heridas graves de metralla. Dos de ellas han tenido que ser amputadas y las otras dos presentan un trauma craneal severo.
Francisco ha entrado en sus habitaciones, les ha impartido la bendición, les ha sonreído y les ha hecho alguna carantoña.
No es la primera vez que el Pontífice visita estas instalaciones, pero quizá sí ha sido la vez en la que una visita ha tenido un significado de estas características. Una vez más Francisco, en esta ocasión con un gesto, vuelve a señalar que la guerra se ceba con la carne de aquellos a los que más hay que preservar de cualquier violencia.
Unas horas antes de su visita, había hecho llegar un mensaje al centro médico en el que expresaba su cercanía y daba las gracias al hospital por «el servicio, la caridad y el amor a los niños ucranianos heridos».