El Papa se someterá este miércoles por la tarde a una cirugía abdominal
Francisco sufre una hernia incisional abdominal, una complicación frecuente de las cirugías abdominales como la que sufrió en 2021
El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, ha subrayado que «seguimos con nuestro afecto» al Papa Francisco con motivo de su nueva cirugía abdominal. «Lo seguimos con nuestras oraciones, esperando que todo se resuelva lo antes posible». En declaraciones a los medios después de inaugurar el punto de información sobre el Jubileo de 2025 instalado en la Via della Conciliazione. Ha explicado además que no habrá transferencia de poder. Después de las primeras horas, el Santo Padre «reanudará su actividad, aunque sea desde una cama de hospital. Si hay cosas que deban decidirse y sean urgentes, se le llevarán al Gemelli».
El Papa Francisco será sometido en la tarde de este miércoles a una cirugía abdominal. Ha informado de ello la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Según el comunicado, el Papa ha ingresado en el Policlínico Universitario A. Gemelli después de la audiencia general. La operación se debe a una hernia incisional incarcerada, una complicación frecuente de las intervenciones quirúrgicas abdominales.
Es posible que la hernia esté relacionada con la cirugía intestinal que se le practicó en julio de 2021. El 4 de ese mes, el Pontífice ingresó en el Gemelli por una estenosis diverticular. Para solventarla, se le extirparon 33 centímetros de intestino. La hernia incisional se produce cuando los tejidos de la pared abdominal ceden a la presión y se produce una protuberancia. Si esta está incarcerada, significa que no se puede reducir manualmente.
La decisión de operar la ha tomado «en los últimos días el equipo médico que asiste al Santo Padre», porque la hernia le producía «síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos, que estaban empeorando». La cirugía para resolver esta complicación consistirá en una laparotomía y en la inserción de una prótesis en la pared abdominal. Se realizará «bajo anestesia general», informa el comunicado.
Evitar este tipo de anestesia es la razón por la que el Papa está evitando operarse de la rodilla. En una entrevista a Reuters en julio del año pasado, aludió a que pudo sufrir efectos secundarios por esta causa cuando le operaron del intestino. La cirugía «requirió seis horas de anestesia, y por eso no quiero operarme» la rodilla, «porque la anestesia deja huella».
Según la Oficina de Prensa, el ingreso «durará varios días para permitir el curso posoperatorio normal y la recuperación funcional completa». El pasado martes por la mañana, el Santo Padre visitó el Gemelli para realizarse una prueba diagnóstica de imagen en su Centro de Medicina del Envejecimiento.
Segundo ingreso este año
Este mismo año, el Pontífice estuvo ingresado tres noches, del 29 de marzo al 1 de abril, por una «pulmonía aguda», según explicó él mismo durante el vuelo de regreso de Hungría. «Tuve un fuerte malestar al final de la audiencia del miércoles. No quise almorzar y me recosté un poco. No me desmayé, pero tenía mucha fiebre», relató. «Gracias a Dios lo puedo contar, porque el organismo respondió bien».
El pasado 26 de mayo, el Santo Padre tuvo que anular su agenda por tener fiebre. El Papa también padece un problema de artritis en su rodilla derecha que le obliga a andar con bastón o usar silla de ruedas. Pero ha asegurado en varias ocasión que no se quiere operar. Sus médicos siguen optando de momento por terapias no invasivas como las infiltraciones.
Este miércoles por la mañana, Francisco ha mantenido su agenda habitual. Después de dos audiencias privadas, ha presidido la audiencia general. Al finalizar, como es su costumbre, ha saludado a los fieles y a los nuevos esposos que estaban en la plaza de San Pedro. Antes de pronunciar su catequesis, también ha venerado las reliquias de santa Teresita de Lisieux, de la que es especialmente devoto. Las reliquias están en Roma con motivo del 150 aniversario de su nacimiento.