El Papa: «“¿Se puede uno reír de Dios?”. Por supuesto»
El Pontífice se ha reunido con actores y cómicos de la talla de Whoopy Goldberg y Jimmy Fallon, junto a las españolas Cristina Castaño, Sara Escudero y Victoria Martín, poco antes de viajar a Bríndisi para participar en el G7
Nunca antes un Papa había dedicado una audiencia especial a los humoristas. Por eso el encuentro en el Palacio Apostólico del Vaticano ha sido doblemente especial. En las primeras filas de la Sala Clementina, rodeados de frescos renacentistas y valiosas obras de arte, Whoopi Goldberg, Chris Rock o Jimmy Fallon escucharon con asombro al Pontífice pronunciar una frase sobre el uso de la ironía también al hablar de Dios.
«“¿Se puede uno reír de Dios?”. Por supuesto», ha señalado Francisco ante más de 100 artistas que usan la risa como instrumento para aligerar las pesadumbres cotidianas. «Esto no es una blasfemia, podemos reír, jugar y bromear con la gente que queremos», ha explicado. A continuación, el Papa ha marcado el límite que señala el sentido común: «Se puede hacer sin ofender los sentimientos religiosos de los creyentes, sobre todo de los pobres».
Durante el encuentro, Francisco ha saludado con afecto a todos. Muchos han venido a esta cita tan especial acompañados de sus familias y han aprovechado el breve encuentro para entregarle cartas y pequeños regalos. «Miro con estima a los artistas que os expresáis en el lenguaje de la comedia, del humor, de la ironía», ha señalado mirándolos a los ojos.
El tono de la cita ha sido muy familiar: «Unís a las personas, porque la risa es contagiosa». Francisco ha destacado en el encuentro, promovido por el Dicasterio para la Cultura y la Educación y el Dicasterio para la Comunicación, el «talento precioso» de la comedia que aporta serenidad y crea espacios de libertad. En suma, es el «mejor antídoto contra el egoísmo y el individualismo».
Por ello, ha destacado que «en medio de tantas noticias sombrías, inmersos como estamos en tantas emergencias sociales e incluso personales», los humoristas tienen el poder de difundir serenidad y sonrisas. «Es más fácil reír juntos que solos: la alegría abre a compartir y es el mejor antídoto contra el egoísmo y el individualismo. Reír también ayuda a romper las barreras sociales, a crear conexiones entre las personas», ha explicado.
Pero el humor, según el Santo Padre, también tiene la tarea de «denunciar los excesos del poder, dar voz a situaciones olvidadas, poner de relieve los abusos; señalar los comportamientos inadecuados… Pero sin sembrar la alarma o el terror, la ansiedad o el miedo, como hace mucha comunicación; se despierta el sentido crítico haciendo reír y sonreír». En este sentido, ha pedido no ofender ni humillar.
Francisco ha concluido su discurso con una exhortación a los artistas para que sigan «animando a la gente», especialmente a los que más luchan, y para que ayuden a todos a «soñar con un mundo mejor». Al final del encuentro la famosa cómica italiana Luciana Littizzetto ha leído la oración de santo Tomás Moro citada por el Papa. En la cita han participado también las españolas Cristina Castaño, Sara Escudero y Victoria Martín.