El Papa saluda al hombre más rápido del mundo

El 8 de agosto, Letsile Tebogo voló en París. Consiguió el oro en los 200 metros lisos y se convirtió en el primer atleta de Botswana que ganaba una medalla olímpica. La alegría fue tal en el país que icluso se decretó fiesta nacional para celebrar el logro de este joven.

Al cruzar la meta, Tebogo se dirigió a las cámaras que retrasmitían la carrera para mostrar sus llamativas zapatillas naranjas. En ellas, había escrita una fecha: 23-12-1980. También dos letras, la E y la S. Cuatro meses antes, el atleta había perdido a su madre, de solo 44 años, tras un cáncer de mama. Letsile dejó de competir y pensó que su carrera deportiva había terminado. Sin embargo, quiso probar suerte en las Olimpiadas de París y la suerte le sonrió.

Las zapatillas ganadoras llevaban escrita la fecha de nacimiento de su madre y las iniciales de su nombre, Elizabeth Seratiwa.

Este miércoles ha podido contar su historia al Papa Francisco. Explicarle que su madre era muy creyente y que escribió su nombre en sus zapatillas porque «no cree que la vida termine con la muerte».

Letsile ha pedido al Papa que rece por Elizabeth y Francisco ha bendecido esas zapatillas de París.

«Al verme ganar el oro olímpico quizás mucha gente habrá ido a mirar en el mapa dónde está Botswana y leyendo en mis zapatillas las iniciales de su nombre y fecha de nacimiento, espero que alguien haya rezado por mi madre», explicaba Tebogo.

Athletica Vaticana ha posibilitado que el joven conozca al Papa tras la audiencia general. Le ha acompañado la deportista ucraniana Anna Ryžykova, bronce en París en el 4×400. La atleta ha pedido al Pontífice que bendiga su camiseta y juntos han rezado por la martirizada Ucrania.