El Papa reprocha al G20 la «aceptación silenciosa» del hambre en el mundo - Alfa y Omega

El Papa reprocha al G20 la «aceptación silenciosa» del hambre en el mundo

En un mensaje leído por el cardenal Pietro Parolin, el Santo Padre aborda la necesidad de la solidaridad internacional y la reorientación de los fondos militares para luchar contra la desigualdad

Victoria Isabel Cardiel C.
Parolin fue el encargado de leer el discurso del Papa
Parolin fue el encargado de leer el discurso del Papa. Foto: CNS / Cortesía G20, Paulo Mumia.

«Es evidente que deben tomarse medidas inmediatas y decisivas para erradicar la lacra del hambre y la pobreza». El Papa ha sido así de rotundo en su mensaje dirigido a los participantes en la cumbre del G20 que se celebra en Río de Janeiro (Brasil) y que concluye este martes 19 de noviembre de 2024. En el texto, leído este lunes a los líderes mundiales por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, durante el lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, el Pontífice ha asegurado todas las medidas adoptadas para paliar el hambre «deben llevarse a cabo de forma conjunta y colaborativa, con la implicación de toda la comunidad internacional». La aplicación de medidas eficaces requiere «un compromiso concreto por parte de los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad en su conjunto. La centralidad de la dignidad humana dada por Dios a cada individuo, el acceso a los bienes esenciales y la justa distribución de los recursos deben ser prioritarios en todas las agendas políticas y sociales», ha asegurado el Santo Padre.

De este modo, ha puesto en valor una de las propuestas que la diplomacia de la Santa Sede lleva años presentando a la comunidad internacional: reorientar los fondos que actualmente se destinan a armamento y otros gastos militares hacia un fondo mundial destinado a combatir el hambre y promover el desarrollo en los países más empobrecidos. 

Este enfoque «ayudaría a evitar que los ciudadanos de estos países tuvieran que recurrir a soluciones violentas o ilusorias, o que abandonaran sus países en busca de una vida más digna», ha afirmado el Papa.

De este modo en el texto, dirigido al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el Papa ha hecho un llamamiento a la solidaridad mundial y a la coordinación entre las naciones para hacer frente a las injusticias sociales y económicas y ha subrayado que el hambre es el resultado de las desigualdades estructurales en la distribución de los recursos, no de la escasez de alimentos:

«La Santa Sede seguirá promoviendo la dignidad humana y aportando su contribución específica al bien común, ofreciendo la experiencia y el compromiso de las instituciones católicas de todo el mundo, para que en nuestro mundo ningún ser humano, como persona amada por Dios, se vea privado del pan de cada día. Que Dios todopoderoso bendiga abundantemente vuestros trabajos y esfuerzos en favor del verdadero progreso de toda la familia humana», ha concluido.

El lema de esta edición del G20, Construyendo un mundo justo y un planeta sostenible, refleja el compromiso de Brasil con la promoción de acuerdos globales que combinen la prosperidad económica con la inclusión social y el desarrollo medioambiental. El programa ha incluido debates sobre seguridad alimentaria, cambio climático, salud mundial y reforma del sistema financiero internacional.